¿GIRA DE DESPEDIDA?

Por Walter R. Quinteros

El 20 de septiembre, leíamos esto en las redes sociales:

"Quiero invitarte a que uses tus redes para contar que vas venir a la Marcha y después para contar que viniste”, les pidió Macri a sus seguidores.

Así es, el presidente Mauricio Macri anunció un plan de 30 marchas en 30 ciudades distintas “para ganar”. Como la despedida de "Los Chalchaleros" ¿Se acuerda?

“La marcha del #SíSePuede: salimos para ganar”

"Te estoy invitando a que vengas (ya irás conociendo fechas y lugares), pero además te invito a traer a la Marcha a tus amigos, a tus primos, a tu pareja, a tus padres, a tus hermanos, a tus hijos y a tus vecinos. ¿Tenés un auto, una camioneta? Compartilos para que vengan más", lanzó el Presidente. 

Encima te pide que gastes tu carísimo combustible.

#La Marcha comienza el sábado 28 de septiembre a las 17:00 en Barrancas de Belgrano, en Buenos Aires. Si estás cerca, venite. Marchamos para ganar. Yo voy. Si alguien te dice que no se puede, vos decile: ¡Sí, se puede!", escribió Macri, el mismo día que se dieron a conocer las cifras más altas de desocupación de su gobierno: 10,6%.

Pero, resulta ser que los mercados le siguen dando la espalda, que las promesas siguen sin cumplirse y que los compromisos asumidos para paliar la crisis se traducen en estrepitosos fracasos. Nos duele a todos.

Y que el congelamiento de las naftas, que iba a ser durante 90 días, apenas duró poco más de un mes, subieron un 4,7%

Y que el famoso freno a la escalada del dólar ya perdió efecto. 

Que la quita del IVA no fue suficiente para aplacar la creciente inflación.

Y que la cifra del desempleo continúa incrementándose.

Mauricio Macri pone todo su esfuerzo en convocar a estas marchas en su apoyo. 

Lejos de ocuparse de las problemáticas reales que afectan al país, más allá de algunos parches económicos que con el correr de los días se terminan esfumando. 

Quizás por recomendación de su equipo de comunicación o sus asesores de campaña, la idea es que aquellos que lo votaron salgan a las calles a respalda su candidatura.

Y parece, en mi modesta opinión, que Macri se ha olvidado que hasta el 10 de diciembre es el presidente de todos los argentinos y, lejos de ocuparse de la población, se calza el traje de candidato y se olvida de gobernar. 

Por el contrario, eligió sus redes sociales para lanzar un extraño pedido a acompañarlo en una marcha que denominó “sí se puede”, que tendrá varios epicentros, aunque todavía no tienen una fecha fija, más allá de la apertura que será el 28 de septiembre próximo en Barrancas de Belgrano.

Más que una movilización para apoyar sus decisiones, se asemeja a una gira de despedida como la de "Los Chalchaleros", pueblo por pueblo, provincia por provincia. 

(Este grupo folclórico después de 54 años de música, empezó su gira de despedida en la Base Marambio en la Antártida en abril de 1999 y finalizó dicha gira, el 18 de junio del 2002 en su provincia natal, Salta.)

Pero también tengamos en cuenta que las temibles encuestas, no solamente reflejan que la diferencia que le sacó Alberto Fernández en las PASO no se achica, sino que se agranda. Lo que es el desencanto ¿no?

Por eso, desde el círculo íntimo presidencial ensayan manotazo de ahogado tras manotazo de ahogado para intentar achicar esa brecha.

Mientras tanto, algunos de sus propios ministros comienzan a tomar distancia. Uno de ellos es el titular de la cartera de Justicia, Germán Garavano, uno de los integrantes del Gabinete más criticado y quien podría tener complicaciones judiciales en un futuro quien afirmó que no pone las manos en el fuego por el presidente. 

A su vez, los candidatos de Juntos por el Cambio que en octubre se juegan una reelección o incluso la posibilidad de ganar algún territorio, lo borraron de sus cartelerías.

Tal es esta cuestión que el mismo candidato a vice presidente, Miguel Ángel Pichetto, cuestionó las estrategias de la campaña, cree que la estética y el mensaje están muy orientados al electorado macrista.

Pichetto planteó la necesidad de que Macri realice promesas concretas, destinadas a reactivar la economía, porque cree, que hay que hacer referencia a cuestiones más concretas, no sólo a valores, dijo.

Por ello es que Pichetto planteó la necesidad de “hacer una campaña con un tono más fuerte para captar votos nuevos", agregó.

La cuestión es que aunque quieran demostrar lo contrario, día a día Macri pierde apoyo, de propios y extraños.

Y otra mala, porque el panorama para Macri se complica aún más y, en caso de una derrota en las generales, su situación procesal y judicial podría ser su piedra en el zapato, sobre todo luego de la denuncia pública que realizó el empresario de medios Daniel Vila, que acusó al presidente de presionarlo y extorsionarlo, lo que derivó un proceso iniciado por el fiscal Guillermo Marijuan y que será encarado por la jueza María Romilda Servini de Cubría.

Recordemos que Vila, denunció que Macri habría intentado "presionarlo" para que devolviera el espectro de televisión al Estado, a favor del Grupo Clarín. Según detalló durante la entrevista con Fantino, el jefe de Estado "lo mandó al Ministro (Oscar) Aguad" —entonces a cargo de la cartera de Comunicación, hoy en Defensa— "a meterme una denuncia penal". De acuerdo al empresario, todo comenzó cuando el actual mandatario le pidió que reintegrara al Estado el espectro, que es el medio por el cual se transmiten las frecuencias de ondas de radio electromagnéticas que permiten las telecomunicaciones. "El presidente asumió un compromiso conmigo. Cuando él asume, me pide que la empresa que yo represento, Supercanal Arlink, le devolviera al Estado el espectro. Nosotros estábamos en una situación de conflicto, había unas medidas judiciales que paralizaban el espectro y él me pidió que se lo reintegrara, que se lo devolviera, porque lo tenía comprometido con Clarín", detalló Vila en diálogo con Animales Sueltos.

¿Servini de Cubría tendrá más velocidad que Bonadío con Cristina Kirchner?

Faltan 31 días para las elecciones generales que podrían decretar su despedida. 

Para que eso no suceda, Macri juega sus últimas cartas, apostando a estrategias que antes denostaba: el populismo y las calles. 

Aunque sin los "choris", sin "tetras" y sin colectivos "truchos". Use su auto, dice.

Mientras espera el milagro.

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