Por Viva Porú
Un gallego, un judío y un italiano se anotan en la academia de policía para rendir un examen. Un sargento, a cargo de las pruebas, pregunta al judío:
—Le haremos una única pregunta antes de dejarlo entrar. ¿Quién mató a Jesús?
—Los romanos —responde.
—Muy bien, admitido—... dice el oficial.
A continuación pasa el italiano:
—Le haremos la misma pregunta que al otro postulante- dice el sargento—... ¿Quién mátó a Jesús?
—Los romanos— también responde.
—Muy bien, aprobado—... dice el sargento.
A continuación pasa el gallego.
—Usted debe responder la misma pregunta que los otros —dice el oficial—... ¿Quién mató a Jesús?
—Joder... pues no lo sé— responde.
—Pues entonces regrese a su casa y en una semana, si lo sabe, vuelva e a presentarse— lo despide.
El hombre vuelve al hogar y allí lo está esperando su esposa.
—¿Pues cómo te ha ido, Manuel? —le pregunta.
—De no creer, María. El primer día y ya me asignaron un caso criminal.
Ji jí.
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