Por Viva Porú
En una reserva indígena muere el gran jefe, y su hijo asume en su lugar.
Hombre joven, más interesado en la modernidad que en los antiguos ritos, no sabe qué responder cuando, poco antes del invierno, la comunidad le pregunta si hará frío o no, como para ponerse a resguardo.
Así, sin que nadie se entere, el nuevo jefe va a su choza, toma el celular, y llama al Servicio Meteorológico para pedir información:
—Creemos que sí, que será un invierno frío —le responden.
De inmediato, el joven jefe vuelve ante su tribu y anuncia:
—Será un invierno muy frío. Vayan a buscar troncos para tener fuego suficiente.
Una semana después, como no pasaba nada, los indios vuelven a preguntarle al jefe si hará más frío, y el jefe vuelve a llamar al Servicio Meteorológico.
—Sí, si, confirmado, hará más frío —le responden.
El jefe reúne entonces a la tribu y dice:
—¡Hará mucho más frío! ¡Vayan a conseguir más leña!
Otra semana después, los comerciantes de la tribu, que no vendían un solo abrigo, le preguntan una vez más al jefe si el invierno, de verdad, iba a ser muy frío, y el jefe se comunica por tercera vez con el Servicio Meteorológico para preguntarles por el pronóstico.
—No tenga ninguna duda —le confirman—. Será un invierno muy crudo.
—¿Y ustedes cómo están tan seguros? —pregunta el jefe.
—Porque hemos visto que los indios están juntando leña como locos.
Ji jí.
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