CHISTE EN EL DÍA DEL JUBILADO

Por Viva Porú




Una vez, un buen hombre, ya jubilado, al que le gustaba mucho pescar, estaba en el costa del dique con su caña. Al cabo de una hora oye una voz a su lado que le dice:

—Llevame con vos...

Este buen hombre se sorprende, mira hacia todas partes y no ve a nadie. Intrigado, continúa pescando en silencio hasta que vuelve a oír la misma voz:

—¡Llevame con vos!

Entonces examina más cuidadosamente a su alrededor y ve, flotando en la orilla llena de basura del embalse, una rana.

—¿Sos vos la que me habla? —le pregunta.

—Sí, soy yo... —le responde la rana—. Soy una princesa encantada que, a cambio de un beso, me convertiré en la mujer más hermosa que hayas visto nunca en tu vida, y conmigo podrás tener un sexo sin límites como el que siempre soñaste y jamás tuviste.

El viejo mira un momento a la rana, la toma entre sus dedos, y se la guarda cuidadosamente en el bolsillo de la camisa.

—Pero... ¿qué haces? —protesta la rana—... ¿Te has vuelto loco? Te dije que me besaras para convertirme en mujer y darte los placeres sexuales que nunca tuviste.

Entonces el hombre, ya jubilado, entreabre su bolsillo y le responde:

—Mirá, a mi edad prefiero tener una rana que me hable.

Ji jí.

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