RESTRUCTURAR LA DEUDA, O CALLAR A ALBERTO FERNÁNDEZ



Por Walter R. Quinteros


El Riesgo País argentino operó ayer con una fuerte tendencia alcista, con un ascenso de hasta los 2.001 puntos básicos. Superando así, el máximo nivel de la presidencia de Cristina Kirchner (1.965 puntos, el 14 de noviembre de 2008), para llegar a la cifra más alta desde el 10 de junio de 2005, cuando la Argentina salía del default, luego de la restructuración de su deuda.

Nos dicen desde Infobae que: El indicador de JP Morgan mide el diferencial de tasa de los títulos emergentes bonos del Tesoro de los EEUU, que en su emisión a 10 años rinde una tasa de 1,49% anual.

El índice accionario S&P Merval de Buenos Aires, en tanto, perdió un 4,5%, a 24.689 unidades, liderado por la caída en acciones energéticas y financieras. Estos niveles son similares a los de agosto pasado, mientras que hay papeles que han retrocedido a precios semejantes a los de la crisis argentina del 2002.

Las dudas de los inversores sobre la capacidad de pago de la deuda argentina persisten luego de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) negó, a través de un comunicado, que haya sugerido un "adelantamiento de las elecciones" durante la reunión en Buenos Aires entre representantes del organismo, el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, y su equipo económico.

Pero lo que hemos leído en estos días de alto voltaje económico y político, es que Fernández e integrantes de su equipo de trabajo cuestionaron el acuerdo de asistencia financiera que ese organismo internacional celebró con el Gobierno nacional. Recordemos que hasta Macri está imputado por firmar ese acuerdo.

Alejandro Werner, Roberto Cardarelli y Trevor Alleyne por parte del FMI y el ganador de las PASO, Alberto Fernández, Santiago Cafiero, Guillermo Nielsen y Cecilia Todesca Bocco, por parte del Frente de Todos, estuvieron reunidos.

Fernández señaló que de los objetivos fijados, "no sólo ninguno fue alcanzado, sino que todo empeoró desde la celebración de aquel acuerdo: la economía cayó 1,7%, la deuda pública subió 29 puntos porcentuales del PBI, el desempleo aumentó al 10,1%, la pobreza creció a más del 32% y la inflación se disparó al 53,9%". Aclaró que la reunión había sido "solicitada por la misión técnica del FMI". Aunque dijo coincidir con los cuatro objetivos principales del acuerdo con el FMI, que incluyen recuperar el crecimiento de la economía, generar empleo para combatir la pobreza, reducir la inflación, y lograr una trayectoria decreciente de la deuda pública, pero lamentó que ninguno se cumplió. 

Dicho esto, se escapó todo.

Roman Lejtman, del mismo sitio Infobae, dice en su artículo que:  
"Es muy grave lo que está haciendo el kirchnerismo", así abrió Mauricio Macri el cónclave que encabezó en la Casa Rosada junto a Marcos Peña, María Eugenia Vidal, Hernán Lacunza y Guido Sandleris para analizar la actual crisis en los mercados que causó un martes negro con el riesgo país en casi 2.000 puntos, un dólar a 58 pesos y la bolsa de Buenos Aires cayó un cinco por ciento.

El Presidente consideró que este martes negro es consecuencia de la posición exhibida por Alberto Fernández durante su encuentro con la delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI). El candidato presidencial del Frente de Todos había emitido un comunicado asegurando que la crisis económica fue "consecuencia de los planes acordados entre el Gobierno y el FMI".

Mientras Macri lideraba las deliberaciones en su despacho, se conoció que el riesgo país llegaba a 2001 puntos básicos. Y respecto al dólar y las acciones durante la reunión no hubo mayores novedades por una simple causa: el mercado cambiario ya había cerrado a las tres de la tarde. 

El presidente consideró que Fernández tendrá "una posición pacífica" si cree que vencerá en los comicios del 27 de octubre, o se mostrará "belicoso y agresivo" si piensa que Juntos por el Cambio puede derrotar al Frente de Todos en el balotaje de noviembre.

La reunión convocada por Macri tiene como finalidad diseñar una respuesta institucional ante los cuestionamientos de Fernández, que causaron un fuerte malestar en la Casa Rosada. A diferencia de las anteriores crisis económicas -post resultado de las PASO-, Macri descartó tener una conversación telefónica con su principal adversario en la campaña electoral.

El Presidente monitoreó desde temprano la situación de los mercados con Sandleris -titular del Banco Central-y Lacunza -ministro de Hacienda-, y ante la evolución de la crisis decidió convocar a estos funcionarios, al jefe de Gabinete y a la gobernadora bonaerense para encontrar una respuesta a una situación que afecta la economía y sus posibilidades para obtener la reelección. 

Al margen de las responsabilidades que Macri asigna al comunicado de Fernández tras su encuentro con el FMI, Lacunza y Sandleris asumen que la inestabilidad de los mercados también se fundamenta en la falta de información respecto al futuro desembolso de 5.400 millones de dólares que se espera para cumplir con el cronograma previsto en el Stand by agreement. 

Macri no duda acerca del futuro desembolso del FMI, pero aún no tiene precisiones de cuándo será, y esta incertidumbre multiplica la inestabilidad de los mercados. Si los 5.400 millones no llegan en tiempo y forma -mediados de septiembre-, al gobierno no le quedará otro camino que usar las reservas del Banco Central para evitar un default y una crisis en los mercados con impacto electoral.

Todos los protagonistas de la reunión, coincidieron en afirmar que las declaraciones de Fernández castigando al gobierno fue una reacción política a la masiva marcha que lideró Macri en la Plaza de Mayo.

Y ahora Macri, Peña, Vidal, Lacunza y Sandleris diseñan una ofensiva política para calmar la apertura de los mercados -por hoy- y replicar las declaraciones de Fernández que, hasta ahora, decidió evitar una nueva polémica electoral que mezcle los acuerdos con el FMI, los próximos comicios y su conocida enemistad personal con su adversario de Juntos por el Cambio. 

Y también leímos que: 
El candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Pichetto, criticó ayer martes duramente al postulante presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, por entender que "juega al juego del bombero y al incendiario" y lo acusó por "fogonear la tempestad" sobre la situación económica después de la reunión que mantuvo con los enviados del FMI. Pichetto recordó que en la "última semana" Fernández "emitió" durante el seminario del Malba un "mensaje razonable dirigido al sector empresario y al frente externo, y habló de que no iba a haber default". Sin embargo, advirtió, "después habló de reestructurar la deuda como se hizo en 2005, con una quita del 75 por ciento".

"Esto indica que hay una actitud de fogonear la tempestad y en la situación económica internacional y la mirada que hay de la Argentina, si uno de los candidatos más votados emite este tipo de enunciados aparecen escenarios y contingencias financieras que se han agravado ayer muy claramente con la actitud que tuvo en el diálogo con el FMI", añadió.

En declaraciones a radio Mitre, Pichetto acusó al kirchnerismo de buscar "generar escenarios de mayor complejidad económica y que el dólar se viralice, planteando siempre que el escenario peor para la Argentina es mejor para ellos para tratar de fortalecerse en el marco electoral".

En ese sentido, razonó que "este juego de jugar al bombero y después al incendiario es complicado porque denota discursos ambivalentes: en un ámbito soy razonable y moderado y en otro tengo planteos rupturistas, y eso no es bueno para la Argentina".

Además, el compañero de fórmula del presidente Mauricio Macri señaló que "ha habido un tratamiento irresponsable de los medios y analistas políticos de hablar de transición" después del resultado de las Paso, en las que la fórmula del Frente de Todos se impuso ante Juntos por el Cambio por 15 puntos de diferencia. Según anuncia el diario La Voz.


El columnista Juan Gasalla de Infobae, nos dice que: 

La pérdida de valor de las compañías argentinas, según su cotización bursátil, es la más amplia desde el año 2009. Una década atrás era la economía internacional la que trataba de superar una histórica crisis financiera que llevó a la recesión a la mayoría de los países, incluida la Argentina.

Diez años después, en 2019, es el desempeño de la economía doméstica, con caída de actividad y la inflación más alta en 27 años, el que lastra el precio de las acciones y los bonos.

Los analistas financieros advierten en el declive de las últimas horas un generalizado desarme de posiciones en activos nacionales. Ese temor de los inversores se produce en medio de una difícil transición política, ante el avance del calendario electoral argentino para definir quién será el Presidente por los próximos cuatro años.

Jorge Fedio, analista técnico de Clave Bursátil dice que:
"La paliza del excesivo 'voto castigo' hizo daño, fue un tiro por la culata. Nadie está exento del daño. El resultado inesperado trajo consigo una crisis nueva y adicional que afecta a todos por igual. La 'sorpresa' y alegría de los ganadores de las PASO de esa noche, al día siguiente fue la desgracia para todos. Fue contundente la baja del mercado".

Matías Roig, director de Portfolio Personal Inversiones, apuntó que:
"A medida que tengamos más definiciones sobre cuál sería el nuevo equipo económico -en caso de que gane Alberto Fernandez- y el programa a implementar, recién ahí los inversores comenzarán a tomar decisiones más a largo plazo".

Los números positivos que subsistían en la mayoría de las valuaciones dieron una"vuelta de campana" después de las elecciones primarias del 11 de agosto. La desbordante diferencia de 15 puntos plasmada en el caudal de votos del opositor Alberto Fernández, del Frente de Todos, socavó el poder político del Presidente en ejercicio, Mauricio Macri, quien se postula para la reelección.

La posibilidad de que una próxima gestión imponga mayores controles sobre la economía en general y el movimiento de capitales en particular, similares a los aplicados durante las presidencias de Cristina Kirchner -hoy compañera de fórmula de Fernández- ahuyentan a los fondos del exterior.

Los expertos de Research for Traders enfocan la nueva caída en "en un marco de gran incertidumbre política de cara a las elecciones presidenciales y ante las dudas sobre una reestructuración de deuda el próximo año con una nueva gestión de gobierno".

"Con respecto a las acciones argentinas, han quedado muy baratas a precios muy razonables. Lo que pasa es que hoy lo que manda a corto plazo es el flujo, y principalmente son casi todos vendedores. En conclusión, los inversores están tratando de buscar alguna cobertura con algo que no tenga la volatilidad que está teniendo en las últimas semanas argentina", refirió Matías Roig.

Pero veamos este informe:
Desde el viernes 9 de agosto hasta el martes 27, el panel Merval restó un 44,3% en pesos y un 55,1% en dólares, como se evidencia en la cotización de los ADR de compañías argentinas negociados en las bolsas de Nueva York.

En muchos casos la caída es abrumadora. Este martes el ADR de YPF, una empresa que es referencia de la Argentina para los fondos del exterior, cerró debajo de los 9 dólares por primera vez desde el 30 de abril de 2003.

Contribuyó al renovado declive de acciones y bonos una mayor demanda de dólares en la City porteña, donde las ventas oficiales alcanzaron los USD 362 millones para amortiguar el descenso del valor del peso.

Estas intervenciones del BCRA y el Tesoro afectan el nivel de reservas internacionales, ahora debajo de los USD 58.000 millones por primera vez en el año, y siembran dudas sobre la capacidad de pago de los vencimientos de deuda pública en moneda extranjera, mientras se sigue negociando un nuevo desembolso del préstamo stand by con el FMI, por USD 5.400 millones previsto para septiembre.

Los bonos soberanos en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) promediaron una caída del 4%, mientras que el Riesgo País elaborado por la banca JP Morgan subió 10,3% para alcanzar los 2.000 puntos por primera vez desde junio de 2005.

"El mercado está desbordado y todo es vendedor. Cae la deuda y la Bolsa, lo que presiona al tipo de cambio y no alcanza el esfuerzo del banco central con la inyección de dólares. El descrédito está en aumento y se refleja en un nuevo salto del riesgo país", dijo ala agencia de noticias Reuters, un agente financiero de la banca privada extranjera.

El índice S&P Merval de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos) cayó 5% este martes, en los 24.689 puntos. Medido en pesos, es el nivel de precios en pesos más bajo desde el 21 de septiembre de 2017. El Merval cede 18,5% en lo que va de 2019.

Medido en dólares, el Merval arrastra una pérdida de 45,4% en el transcurso del año, a las valuaciones más bajas desde el 29 de julio de 2009.

En mi humilde opinión, creo posible, empezar a hablar ya, de la modificación en que está estructurada la deuda, caso contrario, ponerle una mordaza a Fernández.


Pero, consultado por la revista Fortuna de la Editorial Perfil; 

José Ignacio Bano, gerente de Asesoramiento Financiero de InvertirOnline.com, se mostró cauto y explicó cómo está formada la deuda argentina. De este modo, señaló que existen tres grandes grupos: FMI, intra-Estado y privados que cuentan con el 15%, 40% y 45% de la deuda respectivamente.

A continuación, explicó cuáles son los escenarios posibles en cada caso.

Con respecto al primer grupo, (FMI) Bano declaró que es el que menos necesita de una re estructuración en este momento, porque recién se comenzará a pagar a partir del 2022 y 2023. De hecho, aseveró que mientras el país cumpla con las exigencias del ente monetario internacional no habría ningún problema en conseguir una renegociación de la deuda una vez que se cumpla el plazo. 

En cuanto al segundo grupo, (Intra- Estado) indicó que la situación es más compleja que la anterior, pero aun así relativamente fácil de resolver. En este escenario, el punto más importante pasa por garantizar la estabilidad del Banco Central y el ANSES.

Por último, Bano se refirió a la deuda con los privados. Este tercer grupo está formado tanto por privados internos como externos. En este escenario, el principal objetivo es recuperar la confianza de los tomadores de deuda. Incluso, Bano opinó que el próximo gobierno cuenta con fundamentos más que suficientes como para recobrarla. Además, aseguró que si hubiera una mejor coordinación hoy, entre el oficialismo y la oposición, se podría evitar una reestructuración de la deuda. 

Pero esa, es una sensible expresión de deseos, porque no sabemos ni siquiera, cuánta plata nos queda en el banco Central.


Quiénes & Porqué / Fuente: Infobae / Fortuna / La Voz / imagen: Freepik

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