GENERAL SAN MARTÍN, LA VUELTA AL PAÍS



LA VUELTA AL PAÍS: 

Nos dice el médico oftalmólogo e historiador argentino, Omar López Mato que: Mientras Cochrane preparaba su aventura brasilera, San Martín se recuperaba de sus dolencias y recién en enero de 1823 emprendió el retorno a Mendoza. Las noticias que llegaban de Buenos Aires no eran alentadoras y menos aquellas referidas a la salud de su esposa.

Le salió al encuentro Manuel de Olazabal, quien se precipitó a saludar al general repuesto de sus enfermedades y montado en una mula. El encuentro fue muy emotivo y San Martín se abrazó con Olazabal al que llamó hijo. 
(NdeR: Olazábal llegó al grado de coronel. A los trece años se enroló en el regimiento de Granaderos a Caballo. Participó en el sitio y captura de Montevideo a órdenes de Carlos María de Alvear y luchó en Guayabos contra José Gervasio Artigas. Pasó a Mendoza, donde se unió al Ejército de los Andes. El general José de San Martín solicitó personalmente la mano de la patricia Laureana Ferrari en su nombre y fue su padrino de bodas en 1819, así como del primero de sus hijos. Su mujer fue una de las principales responsables de la confección de la bandera del Ejército de los Andes).

El Libertador fue directamente a la casa de la Sra. Josefa Huidobro, quien ofició de anfitriona durante los meses que permaneció en Mendoza. En ese tiempo fue, según testimonio del mismo San Martín, espiado por agentes de Buenos Aires. En cartas privadas enviadas por Estanislao López, le advertía sobre las intenciones del gobierno porteño de sancionarlo por el renunciamiento de Rancagua, que había dejado a la ciudad a merced de las fuerzas de los caudillos mesopotámicos.

El miedo a caer en manos de sus enemigos políticos, encabezados por Rivadavia, le impidió estar presente en el momento que Remedios exhalaba su último aliento. 
(NdeR: Bernardino Rivadavia, nacido como Bernardino de la Trinidad González de Rivadavia y Rodríguez de Rivadavia. Nació en Buenos Aires; 20 de mayo de 1780. Falleció en Cádiz, España; en septiembre de 1845, fue un político rioplatense y el primer jefe de estado de las Provincias Unidas del Río de la Plata que ejerció con el cargo de presidente,​ que desempeñó entre el 8 de febrero de 1826 y el 27 de junio de 1827. Poco después de iniciada la Revolución de Mayo tuvo una fuerte influencia sobre el Primer Triunvirato, del que fue uno de sus secretarios).

TRAICIÓN 

Vale aclarar un detalle poco conocido, estando en Lima, San Martín le había pedido a los gobernadores que invadieran al Alto Perú para aliviar la tensión sobre la costa del Pacífico y así poder abrir otro frente. Mientras Bustos y López se prestaron a la campaña, el gobierno porteño juzgó inoportuna la solicitud, dando como argumento razones de índole diplomático (temían que agrediendo a España, ni Inglaterra reconociese la independencia).

En julio de 1823, mientras San Martín estaba en Mendoza, el gobierno porteño proyectó entregar 20 millones de pesos para asistir a los liberales españoles. Las idas y vueltas de Fernando VII y finalmente, el ataque que organizó contra los liberales, dieron por caída toda negociación.

Recién en noviembre, San Martín pudo viajar a Buenos Aires, donde visitó la tumba de su esposa y encargó un simple monumento al Ing. Trole dedicado a "su esposa y amiga". Los tres meses que pasó en Buenos Aires le sirvieron para arreglar los asuntos de la herencia de Remedios y el 10 de febrero partía con Mercedes hacia el puerto de Le Havre. 

De Francia pasó a Inglaterra, donde se entrevistó con su amigo, el conde Fife (la fuente de inspiración para esta campaña del Pacífico). Estando en Inglaterra se encontró con el general Miller. Allí le llegó la noticia de las victorias de Junín y Ayacucho. 

El exilio le pesaba al general... "Si no fuera por los consuelos que me presta la compañía de Mercedes, mi vida sería insoportable"", se confesó el gran capitán.

El coronel peruano Juan Manuel de Iturregui visitó al general en su exílio en Bruselas con instrucciones impartidas por el presidente Riva Agüero de ofrecerle a San Martín volver al Perú. Sin embargo San Martín no simpatizaba con Riva Agüero, a quien acusaba de planear el asesinato de Monteagudo.

San Martín planeaba continuar con su modesta existencia en Europa cuando sobrevino la guerra con el Brasil. Entonces dispuso poner su espada al servicio dela patria. A tal fin, abordó la nave Counters of Chichester bajo el nombre de José Matorras (apellido de su madre).

Llegó a Montevideo, donde se encontró con antiguos oficiales como su cuñado Escalada, que había servido a las órdenes de Fructuoso Rivera en la crucial campaña de las Misiones. Allí se enteró del inesperado fin diplomático de la guerra, el fusilamiento del coronel Dorrego y el empoderamiento de su antiguo oficial, con quien había mantenido diferencias en el pasado. Lavalle era de los que pensaban que San Martín había querido coronarse Rey del Perú, y aunque el general reconocía el coraje de su antiguo subordinado también sabía que era un hombre impulsivo de poco criterio. Por tres meses permaneció San Martín en Montevideo, donde fue introducido al general Fructuoso Rivera, el hombre del momento por sus proezas durante la guerra con el Brasil, actuando de forma independiente al ejército argentino oriental.
(NdeR: Mariano José de Escalada y de la Quintana, nació en Buenos Aires, en diciembre de 1796, y falleció en junio de 1841, ​ fue un militar argentino que participó en la guerra de independencia del país. Hermano de Remedios, la esposa del general San Martín. Se retiró con el grado de teniente coronel).

San Martín rechazó el ofrecimiento de Lavalle para actuar como árbitro de los conflictos en la Provincias Unidas, con una larga carta donde aconsejaba al jefe decembrista arbitrar los medios para evitar el derroche de sangre entre hermanos, "este será su mayor consuelo" le escribió. Al general Rivera le resultó extraño este renunciamiento cuando existía la posibilidad de arbitrar las diferencias entre los unitarios y federales, gracias al predicamento del antiguo jefe de los Andes... pero San Martín, conocedor de los odios y enconos que aún despertaba en algunos círculos porteños (especialmente los ligados con Rivadavia), le escribió una larga carta a quien sería el primer presidente oriental, donde expresaba una vez más su intención de abstenerse de participar en guerras fratricidas. Así las cosas, San Martín retornó a Europa de donde volvería cincuenta años más tarde, cuando todos estos temas sólo son vanidades.

(Sobre Cochrane: Dice el sitio memoriachilena que, a lo largo de su vida, el marino británico Thomas Alexander Cochrane luchó por la libertad de cuatro naciones: Chile, Perú, Brasil y Grecia. En 1806 abandonó temporalmente la Armada para ingresar en la vida política como representante en la Cámara de los Comunes del distrito de Honinton, en Devonshire. En su labor como diputado se ganó la animosidad de sus antiguos superiores, pues denunció las arbitrariedades y abusos que sufrían los tripulantes de la Marina Real. En 1813, y como consecuencia de esta postura, fue involucrado en un fraude contra la Bolsa de Comercio de Londres, por lo que fue expulsado de la Marina y el Parlamento.Aunque al año siguiente le fueron restituidos sus derechos políticos y fue elegido diputado por el distrito de Westminster, su vida lejos del mar había perdido la emoción de antaño.La oportunidad de retomar su carrera naval se presentó en abril de 1817, cuando fue contactado en Londres por un representante del general José de San Martín, con el ofrecimiento de viajar a Chile para colaborar en la guerra de independencia y hacerse cargo de la organización de la Escuadra Nacional. La misión consistía en apoyar desde el mar la campaña contra las fuerzas españolas acantonadas en el Perú. En esta tarea, Lord Cochrane impuso un severo bloqueo al puerto de El Callao, protegió el desembarco del Ejército Libertador en Paracas y sometió el dispositivo fortificado de Valdivia mediante una hábil maniobra terrestre.A pesar del prestigio que obtuvo con estas misiones, Lord Cochrane se trabó en una disputa con el General San Martín; la personalidad audaz e impulsiva del marino inglés era contraria al carácter sereno y calculador del militar argentino. Estas diferencias se profundizaron durante la campaña en Perú y, en 1823, Cochrane abandonó Chile para integrarse a la Marina brasileña, que en ese momento defendía sus costas de la flota portuguesa. Posteriormente se dirigió a Grecia para ayudar en el enfrentamiento con la armada turca. En 1830, como premio a sus servicios en el extranjero, Lord Cochrane fue reintegrado a la Real Marina Británica por una expresa petición del rey Guillermo IV, siendo asignado a la estación naval de las Indias Occidentales. En 1851, poco antes de jubilarse, fue ascendido al grado de Almirante, recuperando todos los honores que merecía).



Fuente: laprensa.com / memoriachilena.com / Wikipedia /Quiénes & Porqué


Comentarios

  1. Me encanta leer sobre trozos de la historia que desconozco, aprender me significa un estado de gratificación enorme. Gracias Walter!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario