Por Walter R. Quinteros
El Consejo de Sabios del Salario, no logró ayer viernes llegar a un acuerdo, para fijar el nuevo salario mínimo. O sea, más que mínimo, podemos también llamarlo: Salario insignificante, salario pequeño, o salario exiguo.
Santa decepción, joven argentino votante.
Ante la falta de consenso, o de consentimiento, o de aquiescencia, o como le quieras llamar, el Gobierno resolvió, y de un plumazo, un incremento del 35% en tres cuotas que lo llevará de $12.500 a $16.875, para un trabajador soltero, sin hijos, y mensualizado, que cumpla la jornada legal completa de trabajo.
Hay, algunas bicicletas que valen eso.
Pero todavía no lleves el revólver a tu cabeza, porque a su vez, la prestación por desempleo también tendrá un aumento del 35% en los mismos tramos que el salario mínimo.
El Consejo de Sabios del Salario, como pueden ver, pensó también en los desempleados.
Reunidos todos alrededor de la pipa de la paz, a eso de las 15 horas, en la sede del Ministerio de Trabajo, los funcionarios, empresarios y sindicalistas, trataron de acordar un nuevo haber mínimo, pequeño, exiguo e insignificante. Pero no.
Héctor Daer, un cacique que no la pasa mal, y en representación de la CGT, dijo con la cara pintada, y colgándose el arco y las flechas sobre su piel curtida por el bravo sol del veranito de este raro invierno, que: "No es lo suficientemente aceptable, no nos conformó este valor". Pero sin embargo, el cacique dijo que no tiene pensado implementar ninguna medida de fuerza. ¿Será entonces que la plata no alcanza ni para protestar?
No caben dudas, Carapintadas eran los de antes.
A cara de perro, Se les dijo a los presentes que: Los aumentos escalonados se implementarán 13% en agosto, 12% en septiembre y 10% en octubre, no acumulativo.
Tanto desde la CGT como las dos CTA, reclamaban con golpes de tambor y señales de humo belicoso, que el salario mínimo debía ser equivalente a la canasta familiar de pobreza que mide el Indec —que te asusta pero no te miente—, y que actualmente está en $31.148.
Los empresarios carapálidas, por su parte, habían ofrecido un 30% en dos tramos.
Joven argentino, no busques una rama dónde colgarte, los pobres árboles están de luto por los incendios de la Amazonía y de África, como para aguantar tus desesperados lamentos.
Las subas, o incrementos, o ampliación, del paupérrimo salario chiquitito, o mínimo que resolvieron, alcanzarán a los trabajadores que no se encuentran encuadrados dentro de convenios colectivos, a los beneficiarios de las prestaciones por desempleo y a parte de los beneficiarios de los programas del Ministerio de Salud y Desarrollo Social.
Asimismo, en el "acuerdo" que no deja conforme a nadie, se dejó establecido que: Los aumentos, o incrementos, impactarán sobre los salarios mínimos de los docentes y sobre las jubilaciones mínimas.
Tengamos siempre en cuenta que: Los salarios mínimos de los docentes, a partir del decreto 52/2018, deben encontrarse un 20% por encima del salario mínimo fijado por este Consejo.
Y que: La ley de movilidad jubilatoria, por su parte, asegura para los jubilados que el haber no será inferior al 82% del Sueldo Mínimo Vital y Móvil.
En la sede del Ministerio de Trabajo, participaron de la fumata de la pipa de la paz, por el Gobierno, Dante Sica.
Por el sector empresarial, Daniel Funes de Rioja (Unión Industrial Argentina), Jorge Hulton (Cámara Argentina de la Construcción), Natalio Grinman (Cámara Argentina de Comercio), Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio) y Jaime Campos (Asociación Electrónica Argentina), entre otros, que angustiados, mostraban sus bolsillos vacíos.
Por la CGT, estuvieron Héctor Daer, Armando Cavalieri, José Luis Lingeri, Andrés Rodríguez y Rodolfo Daer.
Y representando a la CTA , estuvieron Ricardo Peidró y Edgardo Llano.
Más Roberto Baradel de los docentes bonaerenses, Daniel catalano de ATE, y Antonio Caló de la UOM.
Mientras tanto, algunas organizaciones sociales se movilizaron desde el Obelisco hasta la Secretaría de Trabajo, ubicada en avenida Leandro N. Alem 650. Estorbando el tránsito.
Así somos, así nos va. Y seguiremos yendo nomás, amparados por los colores de nuestra bandera, abrigados por su brillante sol, salimos a buscar ofertas, angustiados, con los bolsillos vacíos y, así de chiquititos, vea.
Walter R. Quinteros / Quiénes & Porqué
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