PALADÍN DEL BUEN CASTELLANO

Carlos Alberto Saz: paladín del buen castellano
Reportaje de Orsy Campos Rivas de La Palabra Universitaria al profesor y psicólogo, graduado de la Universidad de El Salvador, Carlos Alberto Saz, secretario de la Academia Salvadoreña de la Lengua, columnista de El Diario de Hoy, conductor de un programa radial en la YSUCA; profesor de la Escuela Normal de Maestros Alberto Masferrer, con una rica experiencia de 48 años en la docencia.
Es un defensor de la palabra bien dicha y bien escrita, rigiéndose siempre según las normas de la Asociación de Academias de la Lengua Española; eso incluye la preeminencia de la clase gramatical a la que pertenece un nombre sustantivo o un pronombre masculino sobre uno femenino.
Sus armas son el Diccionario de la lengua española, los libros de gramática y el sitio en Internet de la Fundación del Español
Urgente (Fundéu), entre otros, para defender a capa y espada las formas correctas de la dicción castellana.
Con esos recursos critica, regaña y aconseja sobre cómo hablar y escribir mejor, de una forma educada, con las más de cien mil palabras que tiene actualmente la lengua de Cervantes.
Al hablar de gramática se emociona como el fanático que defiende a su equipo de fútbol preferido. Para él los tiempos
verbales, las tildes, los hiatos y las nuevas palabras que aparecen en el diccionario son el pan diario.
Un español culto, un español normativo, indica la cultura del idioma que deben enseñar los profesores, los maestros, los catedráticos en el aula y los comunicadores sociales, quienes, aquí en el país, están cometiendo una serie de errores que van en contra de las normas del bien decir.
¿Qué responsabilidad y obligación tienen los comunicadores para escribir correctamente?]
-Ellos tienen una responsabilidad primordial, en el sentido que enseñan a través del periodismo; porque esa es una de las funciones del periodismo: enseñar, culturizar. Entonces, tiene una gran responsabilidad en la cultura del idioma.
¿Cuáles son los errores más comunes cometidos por los comunicadores?
-Pobreza de lenguaje. Una de las palabras comodines es ingresar: ingresaron a la casa destroyer. El término destroyer, no sé si es un salvadoreñismo. Lo correcto es: entraron a la casa. Se va a ingresar a una universidad cuando se va a estudiar una carrera.
Nuestros periodistas le han dado tanta carta de presentación a la palabra persona que no dicen ciudadano, salvadoreño o individuo.
En los medios, como La Prensa Gráfica, escriben Primera Avenida Norte con minúscula. No es así. Primera Avenida Norte es nombre propio. Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) debe ser escrito con iniciales mayúsculas. Se los he hecho ver, pero a ellos se les ha antojado no utilizar las letras mayúsculas cuando se deben emplear en nombres propios. Es un capricho de ellos.
Hace poco salió en El Diario de Hoy la palabra teorico, sin tilde, en vez de teórico. Otros usan expresiones como habían muchos muertos. Lo correcto es 'había', del verbo haber; y cosas así con las conjugaciones de verbos.
No obstante, no todo es negativo; porque muchas veces enseñan palabras cultas al público. Por ejemplo, nosocomio en vez de hospital.
¿Qué recomienda a los comunicadores y a otros profesionales para mejorar?
-La recomendación es que se familiaricen con obras gramaticales recientes. Nuestros periodistas tienen el deber de informarse con los más recientes libros de gramática y ortografía de la Real Academia Española y de la Asociación de Academias de la Lengua Española. Otro libro importante es el Diccionario panhispánico de dudas. Este debe estar en la mesa de todo periodista que se dedique a escribir correctamente. Hay una obra que se las recomiendo a los periodistas: Diez mil verbos castellanos, de la Editorial Larousse. Es un libro que le sirve de mucho a todo comunicador y a todo maestro. También, que tengan como auxiliar cualquier diccionario de sinónimos y antónimos.
Y hay un libro de ortografía que recomiendo, quizá es el mejor escrito en El Salvador, cuyo autor es el padre Javier Ibáñez, en donde hay más de 600 ejercicios de ortografía. Lo otro es que tenemos que leer cualquier libro que llegue a nuestras manos; leer los clásicos, los autores nacionales, para ver la diferencia entre unos y otros.
En la redacción periodística, ¿qué errores se cometen con el uso del género?
-En eso hay que ser sinceros. Son cuidadosos nuestros periodistas, jamás escriben las y los niños, las y los diputados, los maestros y las maestras. En ningún periódico escriben de esa manera los periodistas. Escriben correctamente: los diputados, los profesores, los niños. No dicen: los niños y las niñas; no dicen: los ciudadanos y las ciudadanas.
Ese mal llamado lenguaje de género y ese uso de la arroba tan común en las personas ignorantes, como los señores del Ministerio de Educación y no me canso de decirlo; como Día del Maestr@, Día del Niñ@, Estimados/as. Es una de las peores ridiculeces del idioma que tanto defienden las asociaciones feministas.
Ellas argumentan que el idioma discrimina, porque gramaticalmente está basado en el machismo. ¿Cómo lo considera usted?
-Es una solemne equivocación de estas señoras. Porque, cuando se dice 'estimados maestros de esta escuela', se sobreentiende que en maestros van involucradas las maestras. Entonces, no se discrimina. Jesucristo dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no dijo: Dejad que los niños y las niñas... Y veo, y leo, con mucha satisfacción, que en televisión educativa, Televisión Nacional de El Salvador, escriben muy bien 'La hora del niño'. Es uno de los mensajes donde todavía se respeta el uso normativo del castellano. Así es que, dejémonos de estos vericuetos del idioma productos de la ignorancia. Si en una reunión donde hay profesores, hombres y mujeres, solo se dijera 'bienvenidas maestras', ¿lo vería como una discriminación al género masculino?
No si en un grupo de docentes, de 39 mujeres y un docente varón, se dice bienvenidos queridos docentes, aunque solo haya un hombre.
Pero si solo se dijera 'bienvenidas maestras', ¿lo vería como una discriminación?
-Pero, quiérase o no, en las construcciones gramaticales siempre prevalece el género masculino. Reitero, esto sin discriminar al bello sexo. O, en su defecto, 'bienvenidas maestras y bienvenido maestro'; en ese aspecto, cuando hay un varón. La forma de hablar y escribir se enriquece cada día, y las academias de la lengua retoman eso para incluirlo en el diccionario y regularlo.
¿Y si un día establecen que debemos escribir el lenguaje de género: las, los, el, la?
-Nunca las 21 academias van a permitir semejante idea, semejante suposición, semejante capricho. Jamás.
Fuente: lapalabra.utec.edu.sv

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