EDITORIAL
Onorina Apratto de Tagliaferro, en julio cumplirá 112 años de vida, que así sea
Por Walter R. Quinteros
En todos los sitios consultados, señalan que Onorina Apratto de Tagliaferro, es la mujer más longeva de Córdoba. Nació el 7 de julio de 1913, en la comuna italiana de Chiusano, en la provincia de Asti, Italia. Pero cuando cumplió 20 años se casó, y con su esposo se radicaron en Rio Tercero, ciudad que tenía unos pocos años de vida.
En una entrevista que supo dar a Telefe dijo que su llegada al país, fue escapando de los horrores del doloroso período de entreguerras en Europa. "Cuando yo me vine, apuré más el viaje por la guerra...y la hicieron a la guerra". A Rio Tercero llegó junto a su esposo José Tagliaferro, quien cruzó el continente para encontrar al amor de su vida: "Él era italiano, más vivía acá. Se fue a pasear. Estaba siempre en casa con mi hermano y ahí nos conocimos y nos casamos".
Pero para sacar a Onorina de su natal Italia, José tuvo que cumplir ciertos pasos: "Él quería casarse acá en Argentina, y mi mamá me dijo ¡No! Si no se casa, no se va. Y nos casamos allá", recuerda con una sonrisa.
Cuentan que sus días, transcurren en la tranquilidad de su hogar, sola, y a veces rodeada por su familia, con un humor admirable. Pese a su avanzada edad, es una mujer independiente: "Yo me hago la comida y como sola, siempre. Cuando estamos con la familia, comemos un asadazo y punto", dijo entre risas.
Por las mañanas va a acompañarla una señora, su familia vive cerca, ella se prepara su comida. Y hasta se da tiempo para recomendarnos que hay que mantenerse en actividad con tareas hogareñas y alejados de los conflictos. Pareciera ser la mejor receta.
El Honorable Concejo Deliberante de Rio Tercero le rindió un homenaje cuando cumplió sus 110 años.
En mi modesta opinión, las ciudades debieran llevar un registro de nuestra gente longeva. A veces me pregunto si a las autoridades no se les cae esa idea o una, aunque sea. Pero no.
Hoy, en el Día de la Mujer, en Cruz del Eje, los funcionarios debieron haber buscado a nuestra abuela, a la abuelita de todos y llenarla de regalos, a ella representando a todas. Pero no. Anunciaron que preferían arreglar un tema de "pautas" pendientes, con alguien funcional al intendente de turno, habiendo tantas diosas que merecen reconocimiento. Las cosas hay que decirlas como son. Menos hipocresía.
Pero más allá de estas cuestiones domésticas municipales locales que no le hacen bien a la sociedad en general, queremos rendirle homenaje a todas las mujeres, desde las que madrugan para ir a trabajar, o pasan la noche entera trabajando, las que estudian, las que con su esfuerzo nos hacen sentir más humanos, hasta aquellas que simplemente con estar a nuestro lado, nos hacen la vida más feliz. Qué clase de monstruos seríamos si no las saludásemos, si no les agradecemos su diaria presencia. Gracias mujeres.
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