ALCAHUETES

OPINIÓN 

Algunos, sin trabajo, se fueron a dormir pobres y amanecieron alcahuetes 

Por Walter R. Quinteros

Cero dignidad, cero códigos.

Lo vemos en el periodismo diario y barato. En algunas redes sociales. Grupos de WhatsApp, de Facebook, etc. Son los que deambulan en algunos casos, coso, en el anonimato. Otros se la dan de grandes señores porque facturan con el negocio, la culpa no la tiene el chancho sino, el que le da de comer. 

Los grupos poco serios que pululan por internet, le dan cierto aire de manicomio a las redes sociales. Tal vez un análisis de la actualidad, de lugar a un feroz combate de comentarios, aromatizados con esencias de insultos, obscenidades y bloqueos varios.

Pero aquellos con algo de sensatez, aun pueden discernir cuál es el huevo de la serpiente. No me asombra en absoluto la proliferación de alcahuetes pro gobiernos de turno a nivel país y, con notoria brillantez, en ciudades y pueblos pequeños.

Dice el querido diccionario que un alcahuete es una persona que se entromete para facilitar relaciones ilícitas o una persona que sirve para encubrir aquello que se quiere ocultar. Eso dice el diccionario. En las calles de mi barrio llamamos alcahuete a un chupamedias que, más o menos, termina cumpliendo las funciones que dice el diccionario. 

Una vez me contaron un chiste, resulta que el Llanero solitario y el indio Toro se encuentran rodeados por los Apaches, quieren escapar hacia el norte y les aparecen trescientos indios enfurecidos, miran hacia al oeste, otros doscientos, al este y al sur sumaban quinientos más, el Llanero solitario ya no tiene balas en sus cartucheras, entonces el indio Toro lo mira y le dice: "ríndete carapálida, estás rodeado". Debe ser hermoso desconocer a la gente como lo hacen los alcahuetes 

Porque como les dije, pululan en Cruz del Eje. La culpa no es de ellos, sino, de quién les da de comer. Y se destacan las municipalidades. Los intendentes necesitan que la gente lea y opine su propaganda. Propaganda, escribo, y no acciones, no planes de trabajo y acuden con entusiasmo a los pregoneros mercenarios de turno. Como en el chiste que me contaron, antes el indio Toro le decía "kimosabi" al Llanero, que en lengua algonquina significa "amigo fiel" y, que de repente, dadas las circunstancias, lo desconoció y pasó a ser un "carapálida". 

En ningún momento, estos pregoneros pueden ser calificados de lectores o mucho menos analistas. No corrigen, no piden ni dan explicaciones.  No preguntan por dos motivos, 1) No saben y 2) pierden la pauta. Solo copian y pegan, cumplen con eso, el pueblo no les interesa. Cero dignidad, cero códigos. Se acostaron pobres y amanecieron alcahuetes.

Recuerdo otro chiste del gran Alberto Cognigni publicado en su querida revista Hortensia allá por 1974: Pasa un tipo por una calle céntrica de Córdoba y grita ¡Adiós doctor! Y se dan vuelta todos los hombres que caminaban por la vereda y le dicen ¡Adiós! Bueno, en esta ciudad, párese en la calle Rivadavia, cerca de los cajeros del banco y grite ¡Chau alcahuete! Igual.

En la vieja y querida revista Rollig Stone, Schmidt nos decía que alcahuete es una palabra para decirla en voz alta, como en una clase de teatro, con énfasis, con bronca, con sorna. 

Debe haber supongo, distintas categorías de alcahuetes.

a) Los alcahutes de Ley: "En un ratito tenemos la palabra de nuestro querido intendente".
(Se puede apreciar cómo se las ingenia el alcahuete para que la gente no le de una merecida paliza al aire, mientras escucha bondades no comprobables).

b) Los alcahuetes falsos: "Ya que estamos vamos a ver si conseguimos la palabra del intendente". 
(Muestra que para este alcahuete, es un esfuerzo conseguir una mísera palabra de alguien que se supone está muy ocupado y que en realidad deambula fuera de tiempo y espacio).

Todo esto, pactado de antemano.

Los mismos que antes farfullaban por lo bajo y casi en secreto, que en las elecciones pasadas Fulano le hizo trampa a Mengano, que Perengano, se abrió de gambas y dejaron solo a Zutano, que este se separó y se juntó con aquella y que al otro lo encontraron... Hoy se codean en ventanilla de la Tesorería municipal para recibir el cheque por alcahuetes.

Acorde con esto, los alcahuetes temporales nunca van a preguntarle al intendente de Cruz del Eje otra cosa que no sea turismo. Aunque sepan que no existe. La mano, coso, viene así: Si en esta ciudad el intendente fuese ferretero, las calles estarían todas con señalética de chapa. Si fuese bailarín de algún ballet, hablaríamos de cultura, pero como es hotelero, hay que hablar de turismo y rutas gastronómicas inexistentes. Antes, con el intendente que se fue, se hablaba de que "crueleje" era cuarteto, había en el aire un denso humo de asado, creo, y el agua que no se bebía, se hacía cubitos para el fernet. 

La culpa no es del chancho, sino de quién le da de comer. Y el público se conforma con nada. Hay escasa comprensión de texto y encima no hay oposición, nadie vigila ni controla nada. 

Es probable que un día, los medios de comunicación vivan tan solo de la publicidad privada. Que dejen de ser adictos, y esto, para darle también, un final a los pregoneros que tanto necesitan de la pauta publicitaria municipal y dejen de crear líderes donde no los hay. Porque se mueven como piqueteros propagandísticos por unas miserables chirolas. Sin tocar por cierto, la libertad de expresión de los demás.

Ojalá en el tiempo seamos dos, o tres, los medios que estemos para comprender la letra chica de cada aviso. Corregir para informar con claridad. Que todos tengamos defensores de lectores. Porque eso de copiar y pegar es demasiado pobre, muy deshonesto. 

Muy de alcahuetes.

Y, al que le quepa el sayo, que se lo ponga.





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