LAS MALAS PERSONAS

OPINIÓN

Es común escuchar que las personas son 'tóxicas', que intentan hacer 'el mal' o 'hacen daño a otros', pero ¿qué es ser una 'mala persona'?



Por Walter R. Quinteros

En la revista HOLA, el psicólogo José Martín del Pliego, explica que: "Podríamos decir que las malas personas son aquellas con malas intenciones, es decir, aquellas que actúan para hacer el mal de manera consciente, sistemática y sin remordimientos".

Tome. Seguramente usted se ha encontrado con este tipo de personas.

Y nos sigue diciendo: "Hay personas que son malas por un rasgo de la personalidad y hay otras que son malas porque sí, y que tienen estas conductas no por trastornos de personalidad, sino por una forma de ser".

"Hay un punto importante en esto y es que todos hemos podido obrar mal en varios momentos de nuestra vida y eso no nos convierte en malos. Sin embargo, estás personas tienen mucha energía hostil de forma crónica y forma parte de su repertorio habitual de conducta", puntualiza el psicólogo.

¿Se nace o se hace malo?

José Martín del Pliego, explicó a la revista que todos los seres humanos nacen con la capacidad de hacer el mal o ser crueles, aunque no hay un "gen de la maldad" las vivencias de las personas pueden influir en si es buena o no.

"Si se ha sentido protegido, si ha vivido una infancia plena, si ha recibido el suficiente afecto, si ha tenido a gente que le guiase y le apoyase en los malos momentos", son algunos de los puntos que pueden diferenciar unos de otros según el experto.

"Es precisamente cuando no se cubren las necesidades más básicas cuando se desarrollan los rasgos de la personalidad que normalmente caracterizan a las malas personas: egoísmo, narcisismo, sed de venganza".

¿Qué características lo hacen mala persona?

El psicólogo puntualiza que existen muchos tipos de 'malas personas', y que no es posible encasillarlas a todas dentro de una misma característica. No obstante, asegura que: "Las malas personas a menudo se sienten superiores a los demás y por eso no les importa hacer daño o faltar al respecto".

Asimismo, las emociones habituales de estas personas son amargura, venganza, odio desproporcionado e injustificado, envidia sin causa y un constante estado de activación negativa.

Adicional a esto, los pensamientos de estas personas suelen ser: rumiantes, obsesivos y hostiles hacia la persona o personas, objetos de su rencor, "lo único que puede aliviarles es ver que les va mal en la vida, alegrándose de sus fracasos o desgracias", añade.

¿Cómo protegerse de las malas personas?

El psicólogo dice que la mejor salida a una persona 'tóxica' es alejarse en la medida de lo posible, en caso "de un familiar, aunque sea muy cercano, hay que establecer límites y procurar, cuando se le visita, estar el menor tiempo posible".

En LinkedIn, el conferencista internacional y mánager Daniel Colombo nos pregunta: ¿Qué se esconde realmente detrás de las personas maliciosas? ¿Existe la gente mala? ¿O solamente actúan con mala intención de vez en cuando?

En un mundo donde es fácil caer en las garras de personas con malas intenciones, es fundamental identificar varias señales estudiadas por las ciencias del comportamiento humano, para poder protegernos.

Para empezar, en la psicología se maneja un concepto llamado “la tríada oscura”. Es un trío un tanto "infame" por la forma de pensar y hacer, cuyo conjunto conforma rasgos de personalidad que definen lo que habitualmente se puede denominar una "mala persona".

Narcisismo

El primer rasgo notable es el narcicismo. Tienden a centrarse en sí mismas, a fantasear con que poseen un poder ilimitado, y a necesitar la admiración de los demás. Es ese uso de poder desvirtuado el que deviene muchas veces en comportamientos maléficos hacia los demás.

Psicopatía

El segundo es la psicopatía, una serie de trastornos en la forma de relacionarse que se caracteriza por la falta de empatía. Por eso, la persona se convierte en manipuladora, desinteresada por lo que puedan sentir los demás, y poco confiable desde todo punto de vista.

Maquiavélicos

Y el tercer lugar de este clan lo completa el ser maquiavélicos. Esto implica tener permanentemente actitudes cínicas y adoptar estrategias solapadas y actuar deslealmente por la espalda, cuyo único fin es causar daño a los demás, y a la vez, creer que así se benefician sus propios intereses.

Cinco banderas rojas de las malas personas

Posiblemente todos conocemos a alguien en nuestras vidas que parece tener una inclinación hacia el lado oscuro de la maldad.

Pero, ¿qué hay detrás de su comportamiento? ¿Qué los impulsa a actuar de manera perjudicial para los demás? Hay al menos cinco banderas rojas que nos pueden servir de alerta:

Manipulación

Investigando en la psicología, aparece una de las características más prominentes de estos individuos: el comportamiento manipulador.

Estas personas son expertas en el arte de la manipulación y saben cómo usarla para obtener lo que quieren. Utilizan tácticas como el chantaje emocional, la mentira, el acoso, la tergiversación de situaciones donde pasan de culpables a víctimas, y la manipulación psicológica para controlar, dominar, humillar y hasta destrozar emocionalmente a los demás.

Falta de empatía

Como mencioné más arriba, otra bandera roja es la falta de empatía, ya que carecen de la capacidad de ponerse en el lugar de los demás y comprender sus emociones y necesidades. A una mala persona no le importa cómo sus acciones afectan a los demás y pueden causar un daño significativo sin que se les mueva un pelo, ya que tampoco ven nada extraño en su forma de proceder.

Falta de sentimiento de culpa

La falta de remordimiento y de sentimiento de culpa también son señales clave. Este tipo de persona puede hacer cosas terribles sin mostrar ni una pizca de arrepentimiento.

Imagina a alguien que lastima intencionalmente a cualquiera y luego sigue adelante como si nada hubiera pasado. Esta falta de registro del daño que provoca es una señal clara de que no tiene una brújula moral calibrada socialmente, y no le importa cómo sus acciones afectan a los demás.

Para los especialistas en los procesos de la mente, la falta de remordimiento o culpa no es solo una señal de una persona "mala", sino también de un trastorno psicológico subyacente.

Algunas personas pueden tener trastornos de personalidad que afectan su capacidad para sentir remordimiento o culpa. Sin embargo, esto no significa que debamos ignorar estas señales de advertencia, ya que estas personas aún pueden ser peligrosas para los demás, que deben ser tratadas exclusivamente por la psicología y la psiquiatría.

Impulsividad y ausencia de autocontrol

Hay otras dos señales que va de la mano, y que indican que se puede estar frente a una mala persona: la impulsividad y la falta de autocontrol, que generalmente se manifiesta al el actuar en forma temeraria cuando consuman el acto de maldad.

Es como si llegaran a un punto de éxtasis muy profundo al causar el mal a los demás.

Como tienden a actuar sin pensar en las consecuencias, pueden ser propensas a comportamientos agresivos. “No fue mi intención”, “Lo hice sin pensar”, suelen ser algunas de las excusas.

En ese contexto, la impulsividad podría interpretarse como un indicador de una predisposición hacia la maldad. Aquellas personas que son impulsivas podrían encontrarse más inclinadas a realizar actos maliciosos sin pensar en las repercusiones, lo que a su vez podría llevar a comportamientos agresivos.

La falta de reflexión sobre las implicaciones éticas y morales de sus acciones podría ser un elemento distintivo en la consideración de si alguien es genuinamente malo o si se trata de una interacción más compleja entre factores psicológicos y contextuales.

Por otro lado, la falta de autocontrol puede manifestarse de diferentes maneras. Algunas personas pueden tener dificultades para controlar su ira o frustración, lo que puede llevar a actos violentos o destructivos. Otras, pueden tener dificultades para controlar sus impulsos, lo que puede llevar a comportamientos irresponsables o peligrosos.

Entonces, si alguien muestra consistentemente comportamientos agresivos o irresponsables debido a la falta de autocontrol, es importante tomar precauciones.

Comportamiento antisocial y falta de respeto por las normas

El comportamiento antisocial y la falta de respeto son dos señales claras de que alguien puede ser una persona mala. Estas personas tienden a tener poco respeto por las normas sociales y pueden actuar de manera irresponsable o perjudicial para los demás.

La forma de ser antisocial puede manifestarse de diferentes formas. Algunas personas pueden mostrar una falta de empatía hacia los demás y una marcada falta de respeto por sus derechos y necesidades. Otras personas pueden tener un historial de comportamiento delictivo, violento o irresponsable.

Buen dato.

Al que le quepa el sayo.





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