AHORA VEREMOS CUÁN CRUEL PUEDE SER MASSITA

OPINIÓN

El tema no es a cuál de los dos voy a votar, sino por qué el país votó así


Por Carlos M. Reymundo Roberts 

Desde el domingo a la noche estoy sumergido en profundas cavilaciones. El tema no es a cuál de los dos voy a votar, sino por qué el país votó así. Busqué ayuda en algunas de las cabezas más preclaras que tiene hoy el mundo. El célebre historiador israelí Yuval Noah Harari, autor de Sapiens, de animales a dioses, me dijo que estaba al tanto del triunfo de Massita: “Veo que les está costando llegar a dioses”. Después consulté a Mario Vargas Llosa, que tan bien nos conoce. “Ha sido una elección extraordinaria. Quiero decir: extraordinariamente ordinaria”. Finalmente recurrí a un laureado filósofo argentino, reconocido internacionalmente por su pensamiento lateral: Aníbal Fernández. “Los volvimos a cagar”.

A nadie le está resultando sencillo interpretar el sentido profundo de las urnas. OK, Pato tenía poco combustible y lo consumió en la interna con Larreta, y Milei intentó convencernos de que un presidente no tiene que ser reflexivo, equilibrado, componedor, sino un loquito suelto; no estuvo lejos de conseguirlo. ¿Y Massita, el ministro de Economía que más rápido mandó a la pobreza a millones de argentinos? Es un caso difícil. Intentaré descifrarlo, ahora sin ayuda de mentes iluminadas. Primera aproximación: lo de “Mago” no era chiste. ¿Falta plata? Tres billones de pesos de asistencia al votante distribuidos en cuatro meses: 25.000 millones por día. ¿Faltan dólares? Yuanes. ¿Dólar a 1000? Efecto 1000ei. ¿Corrupción? Bueno, quién no se llevaría a Sofi Clerici a un crucero en el Mediterráneo, quién no sueña con cobrar 48 sueldos, a quién no le gustaría tener una estancia de 8 millones de dólares en San Andrés de Giles; con ese campo pasa algo extraño: se llama La Vanguardia, pero, como contó Pagni, los vecinos lo conocen como “lo de Massa”. Su relación con los escrúpulos es esquiva; los esquiva. Es rico, osado, fullero, bribón, simpático, parece serio, miente con arte. Digámoslo: Massita es aspiracional. Condenó a Cristina al exilio y al silencio, le devolvió a Máximo el cinturón de invencible en la Play, mandó a Alberto a juntar millas, pagó la campaña libertaria y con la firma de ministro solventó la repartija del candidato. Me inclino ante sus pies, respetuoso. Oia, tiene barro en los zapatos.

Me van a acusar de estar dándolo ya como ganador. ¡Agradezcan! Hace 40 años que no acierto un pronóstico.

Milei alista la tropa, y así como para integrar las listas se nutrió de massismo, ahora para la segunda vuelta recurre al macrismo. Todos los bondis lo dejan bien. Macri y Pato Bullrich han sido dos buenos fichajes. Macri por fin se sacó el buzo de Juntos y luce orgulloso la camiseta que al frente tiene un león, y atrás, “muera la casta”. De la enfermedad infantil del gradualismo a la motosierra; primer tiempo, segundo tiempo. What a player! Patricia, un amorcete, tardó 24 horas en abrazar al tipo que acaba de llamarla “terrorista asesina”. Coacheada por Mauricio, su vida se ha vuelto un torbellino. Pato, ¿te acordás del “orden”? Era una broma, tampoco es para que te lo tomes así.

Muero por ver cómo será la convivencia de piezas massistas y macristas en el motor híbrido de Milei. Por ejemplo, diputados del bloque libertario votando un nuevo impuesto creado por Massita hará las delicias de grandes y chicos. Yo pensaba que Juntos estaba a punto de estallar, pero Marcos Novaro me convenció de que van a seguir… juntos; los que queden. Ni la ficción de unidad nacional de Ventajita, ni leoncitos de Milei. Javi sabe que ya no puede contar con Luis Barrionuevo, que renunció al pacto de colaboración que había firmado hacía 10 minutos. A los gastronómicos les tocó fiscalizar el domingo pasado, y fiscalizaron; Massita lo llamó a Luis para agradecerle. Melconian sigue vendiendo su plan económico, ahora incluso en los trenes; lo leí entero y debo decir que me pareció buenísimo, un gran trabajo; pero empezaría a ofrecerlo en otros mercados. Acá está todo muy revuelto Gramajo: difícil saber qué es jamón, que es papa frita, qué es huevo. Massita se va a deglutir lo que vea en el plato.

También la reconfiguración del peronismo es apasionante. ¿Qué lugar pasará a tener Cristina? Se lo preguntaron al fullero: “Ella eligió tener un rol de distancia”, “mirar desde afuera”. Cris quedó como freezada después de la tremenda sorpresa del domingo, y no atinó siquiera a dedicarle un tuit. Cuando salga de la hipotermia y lea esa declaración se le volverá a congelar la sangre. Un poco la entiendo: lo de “mirar desde afuera” es de una crueldad que salta de escala. “Prohibido entrar, abuela”. Si es presidente, con Máximo piensa ser más generoso: embajador en Santa Cruz. Los Kirchner aspiran a seguir reinando en el conurbano, pero descubrirán que el DJ Kicillof les cambió la música. Que el chiquitín se haga el malo con sus patrones es un signo de los tiempos.

Si el peronismo puede ser despiadado, el resultado de la primera vuelta está muy bien.ß

(Carlos M. Reymundo Roberts / LA NACION / Ilustración: Rocchia/NOVA)


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