EDITORIAL
En la guerra, el Dios de la atmósfera lanza los dados
Por Walter R. Quinteros
La raspútitsa es un fenómeno de infiltración de agua en el suelo, constituyendo así un mar de lodo en el momento de la fusión de las nieves en primavera y en el momento de las lluvias de otoño, siendo bastante típico en regiones de Bielorrusia, del oeste de Rusia y Ucrania. La palabra puede ser traducida como "la estación del fango" y se aplica tanto a la estación («raspútitsa de primavera» o «raspútitsa de otoño»), como también al estado de los caminos, particularmente afectados por este fenómeno, ya que los que no se encuentran pavimentados se hacen muy difíciles tanto de usar como de cruzar. Señala el sitio Wikipedia.
La raspútitsa desempeñó un papel crucial durante las diferentes guerras en Rusia, particularmente en la Segunda Guerra Mundial donde la Blitzkrieg fue casi detenida por el lodo, haciendo de los tanques más poderosos, queden prácticamente inutilizables.
Aquella vez, a la inversa
En uno de los libros del Reader's Digest que habitan mi biblioteca, pude encontrar entre las memorias del general Heinz Guderian, principal artífice alemán de las victorias ante Polonia y Francia, que él no estaba de acuerdo con la nueva orden impartida por Hitler, la de atacar Rusia, y peor aún, la de querer primero apoderarse de Ucrania y Crimea; "Le describí al fuhrer las dificultades de abastecimiento en caso de avanzar hacia Ucrania, le expliqué que primero era mejor Moscú, pero no tuve éxito. El triunfo sobre Kiev fue una gran victoria táctica, pero ahora venía un gran problema", ¿podríamos avanzar sobre el barrizal, sobre la raspútitsa?
Del avance alemán sobre Moscú en aquella Segunda Guerra Mundial, rescato esta imagen a lo largo de la lectura: El mariscal Van Bock tiene que abandonar la victoria por el barro, tenía que esperar que se produzcan heladas que endurezcan el suelo, sin este problema Moscú ya hubiese caído y se pregunta el mariscal ¿dónde está Guberian el famoso y fogoso general que debía llegar desde la Ucrania destruída? ¿Dónde se encuentran las unidades de choque? ¿Por qué los hombres no estaban bien abrigados? ¿Qué pasó con los refuerzos prometidos? ¿Y los ataques de la artillería?
Atrapados en la raspútitsa.
Las divisiones alemanas estaban ahora atrapadas en el barro.
(Extraído del tomo I de "La gran Crónica de la Segunda Guerra Mundial" Selecciones del Rider's Digest -Iberia, páginas 381/422).
Esta palabra rusa que significa "tiempo de las malas rutas" es una realidad bien conocida en Ucrania, en Rusia y en Bielorrusia, donde la subida de temperaturas y el derretimiento de la nieve en la primavera y las fuertes lluvias en otoño se traducen dos veces al año en varias semanas de lodo, consignó la agencia AFP.
Este fenómeno se da con frecuencia en las famosas "tierras negras" de Ucrania, un tipo de suelo conocido como "chernozem", a las que debe su riqueza agrícola este país y las regiones rusas vecinas entre los ríos Don y Volga.
"Ya ha habido muchas situaciones en las que tanques rusos y otros vehículos pasaron por campos y quedaron bloqueados. Los soldados se vieron obligados a abandonarlos y continuar a pie", afirmó a la AFP el analista militar ucraniano Mikola Beleskov. "Este problema existe y va a agravarse", añadió.
El historiador Cédric Mas nos cuenta: "Recordatorios históricos: el deshielo provoca una temporada de barro (raspútitsa) que dura 3-4 semanas, y remonta del sur (Crimea) hacia el norte hasta Bielorrusia en algunos días. En 1942 empezó el 21/03. En 1943, el 18/03. En 1944, el 17/03".
Las tropas de Napoleón ya sufrieron esa penosa experiencia que retrasó su retirada de Rusia a finales de 1812 y las dejó expuestas al rigor del invierno, causándoles terribles bajas.
El historiador Laurent Henninger en la revista francesa Défense Nationale en 2015 nos dice que; "Más de un siglo después, en el frente oriental de la Segunda Guerra Mundial, las grandes operaciones mecanizadas estuvieron casi completamente paralizadas durante las grandes lluvias del otoño o en los deshielos de primavera a causa de la célebre raspútitsa, el lodo de las llanuras rusas, y se reanudaban en invierno cuando el suelo se había endurecido".
"Fue con la llegada del invierno de 1941 que Hitler pudo lanzar su gran ofensiva, fracasada, destinada a tomar Moscú", señaló en un artículo sobre el impacto del factor climático en las guerras y titulado; "El tiempo no juega a favor de Putin", subrayando que, además de las sanciones y el aislamiento diplomático de Rusia, " es la meteorología que se va a degradar próximamente con la raspútitsa".
Para el profesor en estrategia de seguridad nacional Spencer Meredith en un artículo publicado a pocos días del inicio de la invasión para el Modern War Institute de la prestigiosa academia militar estadounidense West Point, decía; "El comienzo de la primavera es un mal momento para conquistar Ucrania". "Normalmente, a mediados de febrero, las rutas están recubiertas de capas de hielo y nieve compactas, que se funden para dejar un -campo de minas- de baches", señaló.
Aunque parezca raro que ningún militar ruso no lo sepa.
Este año, según las últimas previsiones, el fenómeno debe empezar a manifestarse a partir de mediados de marzo. Para las tropas rusas, "la situación va a empeorar a medida que el tiempo se caliente y que las lluvias empiecen". "Se encontrarán clavadas en el suelo", dijo.
En los últimos días ha circulado gran cantidad de imágenes de tanques de guerra y vehículos militares rusos embarrados en grandes charcos de lodo, en carreteras de Ucrania.
Mikola Beleskov, analista militar ucraniano, dijo que se han presentado muchas situaciones en las que tanques rusos y otros vehículos pasaron por campos y quedaron varados, por lo cual los soldados se vieron obligados a abandonarlos y a continuar a pie.
Aseguró el experto que este fenómeno climático ocurre en las famosas “tierras negras” de Ucrania, un tipo de suelo conocido como “chernozem”, a las que debe su riqueza agrícola este país y las regiones rusas vecinas entre los ríos Don y Volga.
A pesar de estos obstáculos, causados por el clima en Ucrania, la ofensiva de las tropas militares rusas no ha detenido su objetivo, ahora por el uso de misiles. Uno de los ataques más crueles, y que está causando conmoción en el mundo, salió a la luz pública este miércoles 9 de marzo. En las redes sociales circulan aterradoras imágenes de los escombros de un hospital infantil en la ciudad de Mariúpol, que fue blanco de un bombardeo.
El mismo bombardeo que pedía el general Heinz Guderian y el mariscal Van Bock en la Segunda Guerra Mundial, al comando alemán en Berlín, para atacar Leningrado y Moscú, pero les enviaron un cargamento de vino francés.
(Fuentes citadas)
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