ALBERTO ESTÁ DESNUDO

POLÍTICA / OPINIÓN

Maradona lo hizo


Por Luis Novaresio

Las minuciosas (y tediosas por su sobreabundancia) crónicas del velatorio de Diego Maradona dan cuenta, como metáfora, del descontrol que hay en la gestión actual a la hora de ejercer el poder presidencial. La botonera del poder no puede apretarse con contradicciones, internas feroces que paralizan, titubeos, desconocimiento y cálculo permanente de la popularidad de los actos. Eso pasó hace pocos días elevado a la enésima potencia.

Un ministro del Ejecutivo no se cansa de relatar la escena del presidente con un megáfono en su manos llamando a la cordura en la Casa Rosada a la que habían ingresado sin saber quiénes eran ni qué hacían. Merece ser repetido: un presidente en la casa de gobierno voceando con un altavoz para que la horda se calme y se vaya. Las autoridades de seguridad hacían ideología de laboratorio entre la represión y el orden mientras cualquiera se llevaba puesto, por lo menos, un busto presidencial. La escena es interrumpida por los gases lacrimógenos que afectaron las vías respiratorias de Alberto Fernández. No hay recuerdo, consigna el mismo ministro, de algo parecido. Ni cuando se depuso a los presidentes constitucionales por las fuerzas armadas, ni cuando hubo renuncias de vice que estremecieron el poder. El actual presidente quedará en la historia como el que vio copada la sede de gobierno por desaforados que sólo se fueron porque ellos lo decidieron por obra y gracia de la providencia.

El equipo más íntimo (cada vez más pequeño, porteño y endogámico) de Alberto Fernández ya reconoce que hay un problema múltiple de gestión. El escenario sanitario hizo trepar las cifras de fallecidos y contagiados hasta el número nunca deseado. La concentración maradoniana fue la dinamita detonada contra toda orden de distanciamiento, o lo que fuera, tomada o por tomarse. Esto puede ser sólo revertida con la llegada de una vacuna que es esperada con fervor casi religioso. Alberto Fernández persiste en dar fechas, cantidades de vacunas, pronósticos diversos a pesar de los yerros cometidos. De las 25 millones de dosis de vacunas rusas pasamos a la expectativa de unas cientos de miles para lo que resta del año. Y esas idas y venidas en boca de la primera persona presidencial.

La economía cruje con más estruendo, despejado el escenario noticioso de infectólogos y consejos sanitarios. Martín Guzmán siente que hizo pie en conflicto interno del peronismo gobernante pero advierte que una nueva crisis especulativa de los mercados puede sacudir la segunda mitad del mes de diciembre. Su paz forzada por el titular del Banco Central no es sólida. Sus miradas sobre el tema son muy distintas.

Hay una capa de preocupación que no aflora con la fuerza que la realidad indica y es la inseguridad. El gobernador Axel Kicillof tiene ante sí informes de sus ministerios que cuentan de la tensión que allí existe. Los grandes centros urbanos vuelven a ser escenario de hechos violentos que parecen generar menos terror en los tiempos del drama COVID-19.

Sin embargo, el nudo de la crisis (entendamos que se trata no de un hecho de colapso pero sí de crisis) es la superestructura política que comanda todo. Alberto Fernández está solo, enfrentado con sus socios y aislado de cualquier puente con la oposición. El vínculo con su autora de bautismo presidencial es escaso y tenso. Los desplantes de la vice van desde los más obvios como el avance por atropellada para cambiar el régimen de elección y remoción del Procurador y fiscales a no responderle llamados que antes fluían. A eso, se suma la molestia de Máximo Kirchner que supo ser el más dialoguista de todos. Las viejas mesas de charlas con el hijo presidencial (con ruidos fuertes también con Sergio Massa) ya casi no existen.

Por el otro lado, la disparatada denuncia penal contra Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli por los desórdenes del día de Maradona, muestran la desorientación política. Si se pretendió perturbar al jefe de gobierno local, la orden de Casa militar trascendida en estas horas que muestra que de allí nació la orden de cortar la ceremonia fúnebre, fulmina el intento. En todo caso, Larreta se ve favorecido como el opositor elegido, potable para los sectores esencialmente anti gobierno. Si hasta Mauricio Macri recela de esta estrategia diciendo en privado que “Alberto construye para Horacio”.

El presidente quedó desnudo con una crisis que provocó el extra ordinario Diego Maradona y la impericia gubernamental. Hasta ahora, el hombre no acierta encontrar ropaje de maniobra política para cubrirse. Y cubrir al país todo.

(Infobae)

Comentarios

  1. Un buen espejo o Maradona y sus espejos
    El fútbol, es gran deporte, una gran afición, un gran catalizador de sensaciones, un gran estimulador de personalidades, pero también gran triturador de individuos y de mentalidades, sobre todo cuando la propia expectativa e ilusión supera ampliamente la verdadera capacidad que se tiene al respecto.
    .
    Maradona es un claro ejemplo: Un inmenso jugador de fútbol, como pocas veces visto en la historia, que tiene una mentalidad inigualable para el manejo individual de una pelota y para mejorar la actuación colectiva de un equipo de fútbol que el mismo integre como jugador, pero que no está mejor capacitado que cualquiera, para dirigir un grupo en la misma actividad.
    .
    El creía que sí, y algunos otros también, pero los resultados están a la vista; Al comando de un equipo cuyo valor en conjunto superaba los 300 millones de U$S, tuvo una actuación paupérrima en las eliminatorias del mundial 2010, una pequeña mejoría durante el evento y un final absolutamente decepcionante contra Alemania.
    .
    Una persona controvertida, muchas veces prepotente, con problemas de conducta en diversas oportunidades, gran deudor impositivo en la Italia en la que jugó tantos años y generó tantos ingresos, amigo de Chávez, Morales, Kirchner y admirador del Che Guevara y de Fidel Castro, (una contradicción como pocas), una persona autodestructiva y poco educada, una persona que, delante de un espejo puede reproducir varias caras argentinas, como por ejemplo, las imágenes de los Kirchner y los suyos, que tienen mucho en común con Maradona, pero con una sola diferencia; no saben jugar al fútbol.
    .
    Ese espejo, lamentablemente, nos devuelve la imagen de una Argentina y su gente, que hoy es un país digno de estudio, pero no por sus éxitos a pesar de las dificultades sino por sus fracasos a pesar de las posibilidades.
    .
    Pensar que personas como los Kirchner y sus adláteres , con sus conceptos y formas de actuar, pueden llevar a que Argentina sea un país desarrollado es lo mismo que cuando alentamos a nuestra selección contra Alemania: Una simple expresión de deseos, sin racionalidad y con un mismo resultado.
    .
    ¿Habrá que cambiar? Por su puesto.
    ¿Es posible? Sin dudas.
    ¿Es fácil? No, pero es un buen desafío!!!
    ¿Lo primero? Darnos cuenta y razonar, sin dejarnos llevar por sensaciones, ideas grandilocuentes, frases hechas y poco apegadas a la realidad.
    Una simple cuestión de principios. Hay que hacer un país liberal.
    Aún estamos a tiempo
    .
    Como una gran ironía, MARADONA fallece en el día internacional contra la violencia hacia la mujer.
    Que en paz descanse.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario