POLÍTICA /
Gesto político del presidente con las Fuerzas Armadas
El Presidente de la Nación Alberto Fernández encabezará hoy el Encuentro de Camaradería de las Fuerzas Armadas en el Edificio Libertador, acompañado por el ministro de Defensa, Agustín Rossi.
No será un evento más en medio de la cuarentena, sobre todo luego de las duras críticas que recibió por parte de Hebe de Bonafini por sentar a su mesa a los empresarios del G6, y tras la posterior advertencia de Nora Cortiñas, quien consideró que reunirse con militares genocidas es traspasar un límite inaceptable.
A pesar de ese contexto volátil, el jefe de Estado hará un gesto político claro porque saldrá especialmente de la Quinta de Olivos para tomarse una foto con los cuatro referentes de las FFAA: el jefe del Estado Mayor Conjunto general de brigada Juan Martín Paleo, del Estado Mayor de la Fuerza Aérea brigadier Xavier Isaac, del Ejército general de brigada Agustín Cejas; y el de la Armada Argentina, contraalmirante Julio Guardia.
Además, según supo Infobae, el mandatario ordenó que se empiece a trabajar en una especie de compensación para militares retirados que pierden muchos ingresos no remunerativos cuando se jubilan.
El evento de este año será especial por la imposibilidad de celebrar la tradicional cena de camaradería que se realiza todos los años en el mes de julio: debido a la emergencia sanitaria por el Covid-19, se realizará una ceremonia en la que se respetará la distancia social y los protocolos sanitarios.
Aunque se trata de un acto en el que anualmente participa cada Presidente, todavía resuenan los cuestionamientos públicos que Nora Cortiñas pronunció en febrero pasado, luego de que Alberto Fernández llamara a “dar vuelta la página” en la relación con las Fuerzas Armadas: la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora lo llamó “negacionista”, pidió una rectificación pública y sostuvo que “no hay posibilidad de reconciliación con los genocidas”.
Ese cruce, uno de los primeros cimbronazos internos que sufrió el jefe de Estado cuando llevaba poco más de dos meses en el poder, se produjo días después de que Fernández participara en la despedida de un contingente de Cascos Azules, evento en el que estuvo acompañado por las cúpulas castrenses.
El temblor puertas adentro de la coalición gobernante fue significativo y provocó que el mandatario se disculpara públicamente. “Dije que podíamos ‘dar vuelta la página’ porque entre nuestros oficiales ya no quedan partícipes activos o complacientes del terrorismo de Estado. He visto que mis palabras han herido la sensibilidad de las víctimas de la dictadura. Nunca quise causar en ellas el más mínimo dolor. Veo que no usé las palabras pertinentes. Disculpas por ello. Que nadie crea que niego el horror vivido. Como siempre debemos estar unidos para que el ‘nunca más’ que pregonamos sea ‘nunca más’ en la Argentina”, se descargó en una larga serie de tuits.
Hace exactamente una semana, tras la revolución que provocaron los cuestionamientos de Hebe de Bonafini, la misma referente de Derechos Humanos (Cortiñas) advirtió que el Presidente “tiene libertad de manejarse y decidir con qué personas se reúne”, pero advirtió que “el límite son los genocidas. Si se sienta en la mesa con ellos, seguramente haremos alguna advertencia. Me duele cuando elogia de más a las Fuerzas Armadas”.
En el acto de hoy habrá lugar para un breve discurso de Alberto Fernández y seguramente los organismos de derechos volverán a escuchar con mucha atención las palabras que pronuncie ante los jefes de las Fuerzas Armadas.
(Infobae)
Comentarios
Publicar un comentario