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Por un conflicto gremial, continuará el desabastecimiento de lácteos frescos hasta mitad de semana.
Luego de cuatro jornadas de quite de colaboración y un paro de 24 horas, podrían faltar productos, en especial en las zonas más alejadas de los centros urbanos
“Veníamos de varios días de quite de colaboración a los que se le sumó un paro de 24 horas, y aunque se dictó la conciliación obligatoria el gremio dice que aún no fue notificado, por lo que esta tarde también hubo lugares donde no se trabajó. Esto puede llegar a generar problemas en el abastecimiento en especial en todo lo que es frescos”, explicó Pablo Villano, presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel).
El problema se generó la semana pasada cuando el gremio de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) decidió un quite de colaboración que se extendió hasta el sábado y que desembocó en un paro este lunes.
“Depende mucho del día en que sucede el paro, pero veníamos de varios días de quita de colaboración que en algunos casos se dio con más fuerza que en otros, pero que complica la puesta en marcha de la logística para distribuir”, agregó Villano.
Según el presidente de Apymel, el conflicto “no es salarial sino sindical” y “en 24 horas podrías solucionar el faltante” en las grandes ciudades cercanas a las usinas lácteas. “Las que están más alejadas sufrirán un desabastecimiento mayor”.
Aunque no dejaron salir a los camiones con los frescos, las fábricas siguieron recibiendo leche. Por lo menos así lo explicaron desde el gremio quienes habían avisado que seguirían recibiendo y realizando los tratamientos. “Un ejemplo de esto es lo que sucedió en Adeco Agro, en donde la planta de leche en polvo siguió trabajando con normalidad porque sería de un nivel de gravedad mayor; sin embargo, sí se frenó la de leche fresca”.
“Suponemos que hasta el miércoles estaríamos con algunos problemas en los sectores de los frescos en las grandes ciudades cercanas a las fábricas, en las más alejadas seguramente estaremos con inconvenientes hasta el jueves”, explicó Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL).
“La leche se puede almacenar entre 24 y 36 horas, aunque la calidad de la leche se deteriora un poquito por la presencia de bacterias; en ese caso se destina a otros productos. Esto es lo que hace que tengas faltantes en lo que es la línea de frescos”, agregó Paulón.
Obra social
Desde el sector empresario señalaron que lentamente las fábricas empezaron con su ritmo normal de trabajo acatando la conciliación obligatoria entre la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas, el Centro de la Industria Lechera y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina.
La conciliación obligatoria es por 15 días hábiles para una industria que trabaja de lunes a sábado, por lo que el plazo se vence el próximo 29 de julio. En el sector privado señalan que el conflicto es de difícil resolución porque no es una discusión salarial “porque nosotros veníamos acompañando la inflación”, sino que está relacionado con el financiamiento de la obra social del sindicato.
“Es tan claro que el conflicto no es salarial no solo por lo que cobra cada trabajador del sector sino porque el gremio está pidiendo una contribución solidaria como aporte directo para la obra social además del porcentaje salarial que se paga con destino a la obra social”, explicaron off the record fuentes sectoriales.
A principios de julio el gremio había publicado un comunicado donde se advertía que “el mismo deterioro que tal situación produjo en los salarios, se ha trasladado a la estructura de servicios médico-asistenciales de la obra social, la que ha visto resentida su cartera prestacional en lo que concierne a la cantidad y calidad de los mismos, padeciendo esta afectación no sólo las y los trabajadores, sino también sus familias”.
(Infobae / Notiar)
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