EDITORIAL
El intendente Renato Raschetti se ha convertido en representante oficial de algunos comerciantes que utilizan el "establishment" municipal para exhibir y vender sus productos
Por Walter R. Quinteros
Estas fiestas, aunque todavía falta la de Reyes Magos, se han convertido en una oportunidad para mostrar algún tipo de poder económico, de ostentación para algunos y de marcada desolación para otros, que no pueden cumplir sus mínimos deseos.
Un lector me aseguraba en una de mis diarias publicaciones que "los que tiraban 'petardos' para fin de año, eran los ricos".
Esto, en razón que me causaba gracia otra publicación municipal donde el intendente le solicitaba a la población no usar pirotecnia sonora, al efecto de respetar niños con autismo, ancianos y animales. Cosa tremendamente rara ya que si les permite desde el municipio, y por la falta de control, que los escapes de las motos tengan estrenduosas explosiones y deflagraciones. También algunos autos.
Pero ¿de comer abundante y hacer ruido se tratan las fiestas de fin de año?
Lejos ha quedado el significado espiritual de la Navidad. Por un lado.
La significancia de la llegada de los Reyes Magos se llama Epifanía, que significa "manifestación del Señor" o, "Epifanía del Señor". Y, es cuando Jesús se da a conocer a todo el mundo en diferentes momentos y a diferentes personas. Por eso, la Epifanía a los Reyes Magos es para los católicos una fecha de vital importancia.
Nosotros, no nos fijamos en nuestro comportamiento ante la magnitud de las fechas y todo lo que representan sino, estamos atentos a la capacidad de consumo que tiene cada familia.
Mucho menos el intendente de Cruz del Eje, que anda ofreciendo productos para nada "regionales o locales", como cualquier dueño de feria comercial.
Pensé entonces en el comentario del lector, "las fiestas son para los ricos".
En lugar de celebrar la Navidad, el año nuevo, y la Epifanía de los Reyes Magos, nuestras costumbres pasan de tener un momento de reflexión espiritual con los valores cristianos, a que como sociedad exhibamos nuestra capacidad de consumo ante los demás.
Y más que nada en los primeros segundos de este año nuevo, donde algunos hacen explotar e iluminar por algunos momentos el cielo con pirotecnia. Plata quemada.
Es decir entonces que para el lector, los festejos se convirtieron en una oportunidad para que solo los ricos puedan mostrar lo que se puede comprar en bullanguera pirotecnia multicolor.
Desde su humilde opinión, creo, hace referencia a que en las redes sociales también abundan fotos de mesas repletas de comida. Otro amigo desde la provincia de Corrientes, nos muestra orgulloso en las redes sociales su plato de fideos y la frase "guiso de fin de año".
¿Estas fiestas hacen que las personas se sientan obligadas a gastar más de lo que pueden?
Parece que si.
¿Hay personas que se han endeudado tan solo por aparentar?
Estoy seguro que si.
Creo también y con certeza, que un halo de tristeza merodeaba el comentario de este lector.
Y todavía falta la fiesta de los Reyes Magos.
Y parece que todo va a ser como lo señala este amigo, "a ver quién la tiene más larga", refiriéndose a la billetera, por cierto.
Mientras tanto, en su caravana de fotitos impresentables, el intendente que vive una realidad paralela a las desgracias que nos rodean, va mostrando ante cada vez muy pocas personas, un mal llamado "ciclo gastronómico, cultural y musical: Sabores de Cruz del Eje".
Da para balearse en un rincón. Como dice el tango "Afiches".
No estoy tan seguro por qué el cruzdelejeño se deja engañar tan fácilmente. Es como que la mentira les gusta. Cruz del Eje no tiene un sabor propio, no tiene una comida que nos identifique. Hasta las empanadas salen huerfanitas de aceitunas.
Pero el intendente Renato Raschetti se ha convertido con esto, en representante oficial de algunos comerciantes que utilizan el "establishment" municipal para exhibir y vender sus productos. Es decir, con la "nuestra". Y nadie de la oposición dice nada.
¿A cambio de qué?
Y, ¿qué diría el intendente si la fábrica de pirotecnia fuese "made in Cruz del Eje", con empleados bien remunerados y en blanco?
—Estas fiestas son para los ricos -comentó el amigo lector-.
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