A COMPRAR AVIONES DE CAZA

POLÍTICA

El Gobierno está a un paso de anunciar la compra de cazas supersónicos de EE.UU.: cómo son y cuánto costarán



Por Natasha Niebieskikwiat

Las negociaciones finales para la adquisición de entre 24 y 25 aviones caza supersónicos F16 Fighting Falcon, que son estadounidenses pero están en posesión de Dinamarca, entraron en su fase final.

Sólo falta firmar el contrato, luego de que una misión de dinamarqueses se entrevistara la semana pasada con el ministro de Defensa, Luis Petri; con el nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac; y con el nuevo jefe de la Fuerza Aérea, brigadier Fernando Luis Mengo. Aunque no lo reconozcan oficialmente, la compra, que alcanza un valor de U$S 690 millones, ya está está en el presupuesto nacional.

Los aviones que están en conversaciones son 16 monoplazas y 8 biplazas, más la posibilidad de que se adquiera uno más. De la Lockheed Martin, los F16 son aviones de los años 70 pero que están en pleno funcionamiento como se ve en la guerra que se libra en Ucrania y en los ejercicios de la OTAN.

Hay más de 4.000 vendidos en el mercado y Estados Unidos dio luz verde a que la venta a la Argentina sea con su sistema de armamento de último modelo. Las negaciones las llevaron a caba Issac, siendo jefe de la Fuerza Aérea y el ex jefe del EMCO, Juan Martín Paleo.

Este lunes, en una austera ceremonia, Petri encabezó la asunción de las que son ya las autoridades civiles del Ministerio. Entre ellos, el secretario de Estrategia y Asuntos Militares, el teniente general Claudio Ernesto Pascualini; el secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa, el académico Juan Battaleme; y el secretario de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa, Raúl Marino.

La semana pasada Petri había tomado juramento a la nueva cúpula militar. Mengo en FAA, el contralmirante Carlos Allievi en la Armada; y y el general de brigada Carlos Presti, en Ejército.

Si bien el ministro evitó hacer mención a los aviones y equipamiento elegido -entre otras cuestiones, hasta que no se firma el contrato los gobierno no pueden promover marcas, países ni sistemas-, la llegada de la delegación de Dinamarca tuvo alta repercusión aquí.

Por un lado, confirmaron que la venta de parte de ellos ya estaba cerrada. Y en todos los ambientes se afirma que el Gobierno está por anunciarlo.

Lo que se discute ahora son los plazos de pago, la forma de financiamiento en la que Estados Unidos se habría mostrado flexible teniendo en cuenta que su objetivo es el de venderlos, que conoce lo quebrado que está el Estado argentino, y que lo importante es contrarrestar las tentaciones que hubo en el gobierno de Alberto Fernández por comprar los cazas de guerra chino JF 17 Thunder.

La oferta de Beijing era muy flexible y dinámica, pero iba a cambiar por completo los sistemas, la tradición y hasta la doctrina argentina en equipamiento militar y aéreo.

Pero sobre todo, en medio de la competencia en todo los planos internacionales de los Estados Unidos y China, la opción por los JF17 Thunder de origen chino y fabricación pakistaní habría dejado a la Argentina afuera de muchos ámbitos de cooperación con los estadounidenses, según se encargaron de transmitir ellos mismos a las autoridades del gobierno de Fernández y a Santiago Cafiero. Para el caso, fue el ex canciller quien dio luz verde a la transacción con EE.UU. y no a la que se planeaba con China.

Con aprobación británica

En un constante vaciamiento del equipo militar desde la guerra de las Malvinas, de 1982, la que continuó bajo el gobierno menemista y se agravó con la falta de presupuesto, la Fuerza Argentina no tiene flota efectiva como para cuidar su espacio aéreo y marítimo. La urgencia se agravó tras el pase a retiro en 2015 de 16 aviones de combate Dassault Mirage III en 2015.

El fin de semana, el presidente Javier Milei le dio un “me gusta” a uno de sus tuiteros preferidos, apodado @TommyShelby que afirmaba que Dinamarca ya había cerrado la venta, y que “después de 9 años de abandono, la Fuerza Aérea Argentina tendrá nuevamente un avión de combate”.

La foto era la de un F 16 y más allá de la información, lo importante fue el aval al máximo nivel con el retuit presidencial. También se entendió que el camino de la compra está por ser completado en una declaraciones subidas a Instagram del brigadier Mengo.

Tras numerosas reuniones y tensión en las negociaciones con Estados Unidos por un lado y con China por el otro, a raíz de las conversaciones en torno a los F16, el Departamento de Estado de la administración de Joe Biden aprobó la transferencia de F-16 a la Argentina.

Ello también incluyó una serie de conversaciones con el Reino Unido. Ocurre que en 2012, en tensiones con la ex presidenta Cristina Kirchner, Londres reforzó un viejo embargo a la Argentina que afectó, y mucho, a este país a la hora incluso de adquirir equipos y hasta repuestos militares en el mercado internacional que tuvieran componentes s británicos.

Aunque Londres lo flexibilizó con el gobierno de Mauricio Macri, y estos F 16 no poseen componentes británicos, Washington siempre consulta a su aliado.

Se informó que los F-16 daneses no utilizan asientos británicos Martin Baker, sino los de origen estadounidense Collins Aerospace ACES.

La negociación para extender los plazos de pago no es menor y el gran problema argentino es económico y no ya político. Hay tantos problemas presupuestarios que una muestra de ello, es que este lunes llegó al país una misión noruega y se reunió con el contralmirante Allievi para que finalmente se les paguen las cuotas de la patrulla P-3N/C Orion que se compraron para la Armada y no se pagaban. Hay tanta carencia que todavía no se hizo ni el primer pago.

(Clarín)


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