REQUENA, EL CUENTO DEL DOMINGO

 CULTURA /

Requena, tenía otro estilo


Por Walter R. Quinteros

Cuando fuimos a matar a Martínez, Requena dejó el auto a dos cuadras de la casa, me decía que caminar antes de disparar, ayuda a mejorar la puntería.

La que abrió la puerta fue la suegra de Martínez, recibió el disparo en la frente. Cayó casi dos metros atrás, sin la mitad de su cabeza.

La segunda en caer, fue la señora de Martínez. Al ver que entrábamos y que le disparamos a su madre, lanzó un grito espantoso, terrorífico. Soltó la fuente con fideos y salsa de tomates que se partió en el piso y con las manos se tomó la cabeza. los disparos que recibió fueron dos, uno en el pecho y el otro en el bajo vientre. Eso hizo que su cuerpo se incline hacia adelante, su cabeza, quedó sobre la bandeja rota.

El tercero fue el hijo de Martínez, que en esos escasos segundos intentó ponerse de pie. El primer disparo entró entre el pómulo izquierdo y la nariz, el segundo en la garganta.

Martínez no se movió, siguió comiendo su porción de pollo, a pesar que la sangre salpicada de su hijo, le afeaba el aspecto de su rostro.

Conté las sillas, los platos, faltaban dos personas que debían estar en algún lugar de la casa.
Requena se sentó al lado de Martínez.

La puerta del baño estaba cerrada, sin llave. La empujé y entré. El nieto de Martínez estaba sentado y lloraba a los gritos tapándose los oídos. Su madre, la nuera de Martínez, estira sus manos hacia mí y después le disparo, ella cae dentro de la bañera, herida cerca del hombro izquierdo. Cerré la puerta al salir.

Requena se sirve una copa de vino, sin dejar de mirar a Martínez.
Solo se sienten los gritos del niño en el baño. Martínez limpia su boca con la servilleta y toma un trago de vino. 

Ahí, en ése instante, lo matamos entre los dos. Cayó de espaldas, sobre su revólver.
Todo, en apenas un minuto.

En el auto, le entrego al flaco Requena el sobre que me dio la nuera de Martínez en el baño.
— Reparta cincuenta y cincuenta, compadre. Me dijo mientras conducía el Chevrolet.

(El Cuaderno de las Malas Noticias ©Walter R. Quinteros - 2012)

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