DEPORTES / OPINIÓN
Otro campeonato en el fútbol es como que tu mami limpie con saliva las heridas en tus rodillas raspadas mientras te canta sana sana colita de rana, es como que te bañas bajo una lluvia de gotitas de miel fresca y perfumada, es una caricia al alma
Por Walter R. Quinteros
Me encantan los finales felices de las historias, y esta película comienza cuando la gente amontonada en las puertas, no puede entrar al estadio por culpa de nuestras vivezas, por nuestras mañas de ser así como somos, medios locos nomás.
El partido tenía que comenzar a las 21 en una cancha llamada Hard Rock Stadium de Miami, pero los incidentes, en las entradas hicieron que las autoridades demoraran el inicio. Empezó a eso de las 22:20 horario de Cruz del Eje.
Y nuestra selección tuvo la primera oportunidad de convertir a los pocos segundos, en un centro de Montiel que Álvarez pifió. Los colombianos, buenos y guapos, se fueron con toque y buen fútbol, a sentirle el perfume del Dibu Martínez y nuestro arquero respondió bien.
De repente, se hizo de ida y vuelta, la ruleta giraba hasta que finalizó la etapa.
Para colmo, en el entretiempo y con un cero a cero temeroso, los organizadores se mandaron un show con Shakira. Como para darle un poco más de suspenso a la cosa.
En el complemento fue Colombia el que llegó primero y, a los 2 minutos, un derechazo cruzado de Arias, besaba el palo del Dibu.
Y de nuevo la intensidad, de nuevo el esfuerzo y Messi lesionado no pudo seguir, Montiel tampoco, el lateral también se retiraba mostrando las heridas de la batalla. Una buena, la selección argentina tiene banco. Y, para darle más dramatismo y suspenso a la cosa, el árbitro finalizó el encuentro. Las farmacias de turno abrían sus puertas. Íbamos al suplementario.
Scaloni hace cambios y, bañados en agua bendita, ingresan Paredes que quita la pelota en la mitad de la cancha y se la entrega a Lo Celso que saca un pase exquisito para Lautaro Martínez y éste no perdona. Uno a cero. A llorar al campito.
A pesar que el villano de esta película fue la desorganización, cuando la cuenten, díganle a todos que el fideo Di María, aquel que estampó su firma en un club de barrio llamado Torito con tan solo 7 años, disputaba su último partido y se retiraba como un gladiador invencible y que, ante un digno rival como Colombia, Argentina festejó otro campeonato de América.
Y sepan todos que otro campeonato en el fútbol es como que tu mami limpie con saliva las heridas en tus rodillas raspadas mientras te canta que sana sana colita de rana, que es como que te bañas bajo una lluvia de gotitas de miel fresca y perfumada, es una caricia al alma.
Daniel Salzano decía que el fútbol es un hermoso lugar para estar vivos.
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(Foto: El País, de Uruguay)
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