LA CORRUPCIÓN EN CRUZ DEL EJE

EDITORIAL

La ciudadanía de Cruz del Eje parece estar condenada a soportar este gobierno que tiene como bandera ocultar datos. Y nadie oculta nada solo, en una administración pública

Por Walter R. Quinteros

La corrupción política es uno de los problemas más graves que enfrentamos en Cruz del Eje, y no creo estar tan errado. Los partidos políticos, así está establecido, son las instituciones fundamentales del sistema democrático, y si sus políticos callan por un lado, o no protestan por el otro, o se le da a algún concejal de la oposición levantar la voz pidiendo que se den a conocer algunos hechos, en forma inmediata lo tratan de irrespetuoso o de violento. Cuando solo les pide informes al partido gobernante.

No creo estar tan errado en mis apreciaciones ya que los funcionarios desfilan todas las semanas por los pasillos de Tribunales. Y parafraseando al poeta Olverio Girondo, ellos se pelean, se gritan, se acusan, se amonestan, se suspenden. Se juntan, se abrazan, se amontonan, se sacan fotos. Integran las mismas listas. Sonríen. Todos por un voto.

Así estamos los cruzdelejeños, sumergidos en esta corrupción dominante que minimiza, sus actos delincuenciales, ya que solo se dedican a ocultarle a la población sus claras maniobras que rozan el enriquecimiento ilícito de sus pésimos funcionarios.

El problema se agudiza cuando se advierte que solo dos o tres medios se hacen eco de esto mientras los demás gozan de espurias pautas para mantener el silencio. Ni siquiera respetan la Ley 27275 que habla del Derecho de Acceso a la Información Pública y que establece la obligatoriedad para los tres poderes del Estado y entes u organizaciones con aporte estatal, de responder a la solicitud de información por parte de cualquier ciudadano en un plazo máximo de 30 días. Claro ejemplo: Este medio está censurado en los portales de la municipalidad.

Este tipo de corrupción política, que es el acto de no informar a la ciudadanía, habla en forma clara de la existencia misma de aquello que corrompe la confianza y es el principal responsable de los males que padece esta ciudad.

No estoy tan errado, ya que nada sabemos de los balances anuales, ni nada sabemos de los balances de la Fiesta del Olivo, la "Crueleje e' cuarteto", ni nada sabemos de la flota automotor, ni nada sabemos de los ingresos por coparticipación, ni del monto que trajo el ahora intendente de Villa María cuando era Secretario de Obras Públicas del Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Ni cuánto, ni cómo, ni dónde fue a parar. Ni el para qué, ni el por qué.

No estoy tan errado si digo que encubrir significa tapar u ocultar algo. En sentido penal, el encubrimiento es una conducta dolosa que realiza una persona que, sin haber participado en un delito anterior cuya comisión conoce, ayuda al autor del mismo a eludir la acción de la Justicia. Por eso desfilan por los pasillos de Tribunales.

Para ampliar el concepto y en buen romance; "El encubrimiento puede realizarse mediante una conducta activa (esconder, disfrazar, alterar, inutilizar o tapar) o pasiva (callar hechos conocidos)". Tenemos entonces que la ciudadanía de Cruz del Eje parece estar condenada a soportar este gobierno que tiene como bandera ocultar datos. Y nadie oculta nada solo, en una administración pública.

No estoy tan errado si les pongo como ejemplo que ayer, a eso de las 20 hs y cómo les anticipé por WhatsApp, la Comisión Directiva del Festival de Jesús María, informaba de las utilidades obtenidas y le entregaba a las escuelas $52.277.443 productos de las ganancias del Festival. Y nos decían a través de sus páginas que el dinero será repartido entre las 20 instituciones educativas que forman parte del festival, según lo establece el estatuto.

Y me pregunto: ¿Qué diferencia hay entre aquellos cordobeses que organizan festivales y les va bien, con o sin pandemia, con esta atrocidad cruzdelejeña? 

Y me repondo: La honestidad. Mostrar los papeles en regla.

Prensa del Festival de Jesús María se encarga de rellenar el artículo con palabras hermosas y alusivas que no hacen más que enfurecernos a nosotros —que vivimos porque Dios existe—, pero sin saber qué pasa en las arcas municipales nuestras. La base de la corrupción viva y latente está en ocultar información. Y aquí les sale bien.

Y agregan los jesúsmarienses que Nicolás Tottis, presidente de la comisión, compartió unas palabras con los presentes en las que destacó el gran trabajo que hay por detrás de esta gran fiesta latinoamericana, y destacó los logros de esta edición que estuvo atravesada por la particular situación de la pandemia, lo cual realza aún más el valor de las metas alcanzadas.

“Formamos parte de una institución que no tiene límites, que se mantiene a la vanguardia porque ha sabido adaptarse, innovando y profesionalizándose para acompañar los cambios del mundo que transitamos, sumando gestión y tecnología. Destaco que todo lo que hacemos es posible gracias a esta gran familia interminable, signada por el voluntariado que es nuestro mayor valor y nuestro capital. Por esto seguiremos fomentando el trabajo solidario, fieles al legado que nos dejaron nuestros antecesores que construyeron hace más de 56 años los cimientos de nuestro festival, para nutrir e impulsar nuestras tradiciones gauchas”. Dijo Tottis.

¡Qué diferencia! La honestidad, el profesionalismo, la voluntad, parece que viven en los otros festivales, en las otras ciudades. Y aquí, en el reparto de las suertes, a nosotros nos han tocado estos inoperantes, que no nos saben ni mentir siquiera. 

¿No nos merecemos un poco más los cruzdelejeños? Yo creo que si, pero hasta que la Justicia dictamine, hasta que lleguen las próximas elecciones. Hasta que el próximo intendente empapele de denuncias Tribunales, va a pasar mucha agua bajo el puente Juan Pablo, que ya cumplió con el plazo de entrega que anunció el gobernador y todavía está en veremos.

Y sepan todos que, según los colegas del diario digital Córdoba Interior Informa, a quién le agradezco profundamente mantenerme informado, aluden que en el marco del Programa “Promover Turismo Federal y Sostenible”, del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación —articulado con Agencia Córdoba Turismo—, las Municipalidades de San Marcos Sierras y de Cruz del Eje organizaron un taller sobre «Escenarios Culinarios e Identidad del Noroeste Cordobés y sus aportes al Turismo». El mismo fue dictado en cada departamento que conforman la región y fue de modo presencial. En total — así lo señalan—, se concretaron tres jornadas, una en cada departamento (Pocho, Minas y Cruz del Eje), para que toda la región vuelva a poner en valor sus sabores identitarios. 

¿Qué? ¿Cuál es nuestro sabor identitario? Les pido mil disculpas al que se sienta ofendido, pero esto ya lo viene realizando el señor Ramiro Raschetti como Secretario de Turismo de Serrezuela desde el 2020 con un éxito arrasador. Y no solo lo digo yo, periodistas especializados ya lo han informado y publicado en medios de todo el país. Y ningunear eso, también es corrupción.

No estoy tan errado si estos políticos no tienen idea de lo que es hacer política o han hecho de la política algo que los beneficie solo a ellos, porque a esta reunión y, de acuerdo a las fotos, solo fueron seis personas. Nada más que seis personas a semejante convocatoria que viene desde un Ministerio del Gobierno de la Nación. Porque por aquí, no se les cae una idea.

Por lo menos, vamos aprendiendo a diferenciar acciones de mentiras. Solo falta votar bien, en el 2023.