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El Estado destinará 1,3 billones de pesos del presupuesto nacional a programas con perspectiva de género
En total serán 1,3 billones de pesos los que se destinen por el programa de perspectiva de género. En este sentido, Mercedes D’Alessandro, Directora Nacional de Economía, Igualdad y Género, dependiente de la secretaría de Política Económica del ministerio de Economía, en un reciente evento en el que subrayó la relevancia de tener esa perspectiva “en medio de una pandemia que azota a las economías mundiales”.
La suma de las partidas permeadas por la perspectiva de género duplica el monto asignado a Energía, Combustibles y Minería, triplica los gastos en concepto de Administración Gubernamental, cuadruplica el gasto en Defensa y Seguridad, es 10 veces superior al presupuesto asignado al Poder Judicial y 20 veces mayor al ministerio de Relaciones Exteriores.
“Las brechas de ingresos son muy altas y esa brecha se agiganta cuando le ponemos perspectiva de género, porque las mujeres están sobrerrepresentadas en los deciles de menores ingresos y subrepresentadas en los de mayores ingresos”, explicó D’Alessandro, que integra el equipo del ministro Martín Guzmán.
“Las mujeres ganamos menos que los hombres, y las brechas se incrementan cuando hablamos de empleos informales y esto atiende a una estructura que está detrás de lo económico que son las tareas realizadas en los hogares”, subrayó.
De hecho, un reciente documento de la Dirección que encabeza D’Alessandro precisó, por ejemplo, que las mujeres “enfrentan mayores niveles de desempleo y de precarización laboral que los varones. La brecha de ingresos es del 27,7 por ciento y aumenta cuando se trata de trabajos informales, alcanzando el 36,8 por ciento”.
El trabajo subraya que “estas diferencias se ven reforzadas por una asimétrica distribución de las tareas domésticas y de cuidados no remunerados: las mujeres dedican 3 veces más de tiempo a estas labores que los varones; 9 de cada 10 mujeres realiza estas tareas y esta jornada de trabajo no pago se extiende, en promedio, 6,4 horas diarias. Esta segunda jornada, que se realiza en los hogares, es un factor relevante a la hora de explicar por qué las mujeres tienen mayores niveles de precarización laboral y desempleo”.
(NOVA)
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