Por Viva Porú
Una mujer se retira a su habitación, dispuesta a dormir, pero su marido llega y se acomoda junto a ella.
Pasan unos segundos y el hombre le pasa la mano por detrás de la nuca y baja por su espalda.
La esposa comienza a sentir lo que hacía mucho no sentía, pero se hace la indiferente.
El hombre continúa pasando la mano por diferentes partes de su cuerpo de manera suave, delicada.
Ella siente que un agradable calor se va apoderando de su cuerpo, a la vez que su respiración va haciéndose más profunda.
Ahora él desliza la mano por debajo de su cintura y con mucho tacto la lleva hacia sus glúteos.
Ella siente su aliento sobre su pecho, y levanta las caderas, separando y recogiendo sus rodillas, dispuesta al amor.
Pero el hombre se voltea, acomoda una almohada, se recuesta y respira profundamente.
La mujer, desconcertada, pregunta:- ¿Qué pasó?
—Listo, ya encontré el control remoto... Dormite.
Ji jí.
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