Una pareja amiga, un poco aburrida, me contaban que miraban televisión, y que en un canal de documentales explicaban porqué los nativos de África tienen el pene más grande que nosotros, los medio morochos.
Esa misma noche, cuando mi amigo salía de la ducha, dice que su esposa lo observaba pensativa y que le dijo:
–Querido, ¿qué te parece si probamos el método de la tribu africana que vimos en la televisión?
Mi amigo sin dudar acepta, y al día siguiente se ata una cuerda a su pene, con un ladrillo en la otra punta. Unos días después, dice que la mujer le preguntó:
–¿Y, querido, cómo vas con el experimento?
–Creo que bien. Pero por la mitad.
–¡Guau! ¿Cuántos centímetros te crecieron?
–Ninguno. Pero ya se me puso negro.
¡Nuuuuú!
Jijí.
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